(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) La Superfinal que no fue "super" fue eje de noticias en todo el mundo. El triste descenlace del fin de semana pasado con los incidentes en el micro de Boca, y entre los hinchas debido a las entradas se convirtió en el centro de la opinión de medios argentinos e internacionales.

La prensa brasileña fue dura en su análisis. Aproximadamente 15 periodistas viajaron el miércoles desde San Pablo para cubrir el megaevento. El jueves presenciaron el entrenamiento abierto de La Bombonera y quedaron fascinados. Luego, catalogaron al clásico como "uno de los partidos más importantes de todos los tiempos".

Los enviados de Globo asistieron el sábado al Monumental con la ilusión de presenciar una final histórica, aunque no se enteró de los incidentes sino hasta que pudo chequear las redes. "Había poca señal y no circulaba mucha información. Tuvimos que bajar al anillo del estadio para ver qué estaba pasando, las noticias eran increíbles. Fue muy serio lo que ocurrió", le dijo Fabricio Crepaldi a Infobae. El periodista recién pudo retirarse del estadio a las 21:30 junto a Edgar Alencar, otro periodista.

Los comunicadores hicieron un análisis de lo sucedido: "Fue todo una vergüenza, fue salvaje, como si se tratara de animales. Estamos perdidos como sociedad y estas cosas seguirán pasando hasta que no crezcamos en este aspecto. Era un espectáculo que miraba todo el mundo y lo sudamericanos dimos vergüenza".

"No es la decisión correcta sino el menor mal. La Conmebol tiene la posibilidad de demostrar si es seria o no. Si el partido se juega con público, la imagen que dará al mundo es como si no hubiera pasado nada", consideraron, deslizando la opción de que se dispute en el Monumental, pero sin público y con la presencia de Pablo Pérez.

Por otro lado, criticaron el estado de los estadios: diferenciaron su estilo y destacaron que las canchas de Brasil mejoraron debido al Mundial del 2014. "Sentimos que la situación de los estadios acá es triste. No tienen buena conservación, están viejos y se dificulta trabajar. En La Boca las inmediaciones estaban llenas de agua y en lugares internos. Esto allá pasa solamente en el Morumbí, la única de las canchas que no se modernizó", cerraron.