El fútbol chileno, donde los clubes funcionan como sociedades anónimas deportivas, salta de una crisis a la otra. A principios de octubre, el sindicato de árbitros inició una serie de reclamos por mejoras salariales y la finalización del campeonato estuvo en duda. Ahora, la ANFP (Asociación Nacional de Fútbol Profesional) está ante otra problemática de dimensiones considerables: el financiamiento de las divisiones inferiores.

Dentro de este contexto, el organismo informó que no tiene la liquidez suficiente para solventar a las categorías de base y por ello organizó mesas de trabajos con los clubes para buscar recursos y evitar que miles de jugadores infantiles y juveniles queden sin competición.

La Tercera

Pablo Milad, presidente de la ANFP, aseguró que querrán que las instituciones absorban el 50% de los gastos que se producen en torno al fútbol formativo. Esta propuesta, de acuerdo a un reporte de la agencia EFE, será elevada la semana que viene al denominado “Consejo de Presidentes”, integrado por clubes de la primera y segunda categoría del fútbol chileno.

“La ANFP no tiene dinero para financiar el fútbol formativo, estamos viendo alternativas de financiamiento y que los clubes se hagan cargo como en todos los países. El fútbol chileno es uno de los que aporta más en la formación en el mundo y eso no se ha visto en resultados”, indicó Milad. 

Asimismo, agregó: "Hasta el año 2022 se jugaban 2.000 y fracción partidos del fútbol formativo, hoy se juegan 7.196 partidos, optimizamos y pasamos de $2.000 millones que costaba a $5.600 millones el costo del campeonato a nivel del fútbol formativo".

Chile, con sus clubes privatizados, no encuentra la solución a sus problemas, sino todo lo contrario: se suman cada vez más.