Lanús se quedó afuera de la Copa Sudamericana al empatar esta noche sin abrir el marcador, en su estadio, en la revancha ante Independiente del Valle, que se había impuesto en la ida por 2-1, y de este modo ningún equipo argentino alcanzó el acceso a las series de cuartos de final, fase en la que el equipo ecuatoriano visitará a Deportivo Táchira, de Venezuela, en el partido de ida.

En relación con el juego de hoy, desde el comienzo a Lanús se le presentó muy complejo por el dispositivo táctico del adversario, que lo presionó en todos los sectores, con lo que le interceptaba su circuito de acción pese a tener mayor posesión de la pelota.

Dentro de ese panorama, el que fue resultó más incisivo fue Independiente del Valle al inquietar a Fernando Monetti con algunas jugadas de pelota detenida o remates de media distancia, además de esporádicas llegadas en estocadas por algunos espacios en el fondo que dejaba el bando bonaerense.

En cambio el dueño de casa se mostró impotente para abrir el cerrojo defensivo del visitante, máxime que en reiteradas ocasiones sus delanteros quedaron atrapados en posiciones adelantadas por el achique que practicó el equipo dirigido por el director técnico argentino Martín Anselmi.

Los 'granates' recién a los 41 minutos exigieron a una esforzada intervención del arquero Moisés Ramírez para evitar la caída se su valla, por un violento remate de Braian Aguirre desde afuera del área.

Otra vez debió intervenir el guardameta ecuatoriano dos minutos más tarde ante un cabezazo de José Sand, cuando Lanús encontró mayor claridad e ideas en su ofensiva, en un marco de juego brusco y muy discutido en varios pasajes.

Esto último se reiteró al comienzo del complemento con una fuerte infracción del delantero Jonatan Bauman en perjuicio del zaguero Matías Pérez, que le valió la expulsión al atacante sunchalense surgido en Colón, de Santa Fe, a los tres minutos.

Esto generó un tumulto y a partir de allí, tras algunas discusiones y forcejeo, a lo que más recurría Independiente para ensuciar el desarrollo era al tiempo que demoraba en distintas caídas de sus jugadores para poner nervioso al rival.

Mientras que Lanús cobró mayor ímpetu al tratar de sacar ventaja de que el visitante quedó con un hombre menos y así fue que le generó algunos sofocones a Ramírez, pero sin contar con la precisión necesaria.

Los pasajes finales mostraron a los dirigidos por Jorge Almirón volcados a una constante ofensiva para lograr el gol que lo llevara a la definición desde el punto de los penales, lo que casi consigue con un cabezazo del ingresado Claudio Spinelli, que se estrelló en el travesaño, al minuto del tiempo adicionado al final, que en el rebote mandó a la red Tomás Belmonte, pero fue anulado por posición adelantada del primero.

La desesperación en la que cayó el "granate" involucró a su propio entrenador, Jorge Almirón, que hizo ingresar en el arranque del complemente al juvenil volante Samuel Careaga y lo sacó a la media hora para que entrara otro chico de las inferiores como el extremo izquierdo Mateo Sanabria.

En tanto que en el conjunto ecuatoriano hizo su ingreso en el complemento el delantero argentino Lautaro Díaz, hijo del recordado atacante de Racing Club y Estudiantes de Buenos Aires, Roberto "Ropero" Díaz. Y como titulares estuvieron sus compatriotas Mateo Carabajal, Lorenzo Faravelli y Richard Schunke, autor de uno de los goles en la ida, mientras que el experimentado Cristian Pellerano permaneció en el banco.

Así Lanús se quedó masticando bronca por la eliminación y con forcejeo y empujones hacia sus rivales al finalizar el cotejo, a la vez que los hinchas cargaron contra la dirigencia con cánticos ofensivos por responsabilizarla en la tardanza de sumar refuerzos y por la salida de varios jugadores claves como José López, Alexandro Bernabei e Ignacio Malcorra.