Las inundaciones en Brasil siguen afectando a Rio Grande do Sul del país y el presidente Lula de Silva la calificó como una "catástrofe". Además, once clubes piden suspender el Brasileirao.

El primer mandatario brasileño señaló que "es una catástrofe para cuya magnitud no estábamos preparados". "No es momento de volver a las casas todavía en las zonas de riesgo", agregó Lula, quien mantuvo una reunión con el ministro de Finanzas, Fernando Hadad, y el gobernador Eduardo Leite.

El número de fallecidos ascendió a 148 y el de desaparecidos a 127 según informó Defensa Civil. Además, hay más de 2 millones de personas afectadas. Debido a esto, Lula suspendió su viaje a Chile y este miércoles viajará a la región debido a "la necesidad de monitorear la situación de las inundaciones" y con el objetivo de "coordinar la asistencia a la población afectada y las tareas de reconstrucción".

La grave situación generó que once clubes, reunidos en el bloque "Liga Forte União" solicitaron la paralización del Brasileirao. Las instituciones son Fluminense, Internacional, Athletico Paranaense, Botafogo, Vasco da Gama, Cruzeiro, Fortaleza, Cuiabá, Atlético Goianiense, Juventude y Criciúma.

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En una nota enviada a la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), señalan que parar la competición es "una medida humanitaria necesaria". "De forma única y en bloque, todos estamos a favor de la paralización inmediata del Campeonato Brasileño hasta el 31 de mayo", agregaron los clubes.

Cabe remarcar que el presidente de la CBF, Ednaldo Rodrígues admitió que se analiza la posibilidad de suspender la Liga. Además, la Confederación anteriormente decidió aplazar los partidos de mayo de los equipos del estado de Rio Grande do Sul.