River y Boca mandan en el continente y los Superclásicos coperos se han vuelto la regla y no la excepción
Desde el año 2015 en adelante, las últimas cinco ediciones de la Copa Libertadores tuvieron cruces entre los dos más grandes o los tuvieron muy protagonistas. El Millo obtuvo dos copas, perdió otra en los últimos 5 minutos y jugará su 4ta semi en 5 copas. El Xeneize jugará la tercera y tiene el subcampeonato de 2018.
(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) Siempre se dijo, por historia, títulos, gente y otras variables que River y Boca son los dos más grandes de la Argentina. Bueno, esa afirmación podría empezar a tomar cáliz continental. Entre los dos suman 10 Copas Libertadores y han mostrado una hegemonía apabullante en las últimas cinco ediciones del torneo. Eso sin contar que ambos jugaron la Semifinal de la Copa Sudamericana 2014.
En lo que a Copas Libertadores respecta, un cruce Superclásico ya no es excepción y se asemeja más a una regla. Boca y River se vieron las caras en los 8vos de la Copa 2015, en una serie que pasó a la historia por lo escandalosa y protagonizaron la inolvidable final de 2018, que también pasó a la historia por lo escandalosa. Se volvieron a ver en 2019 y, ahora, en 2020, están a una instancia de repetir la final de 2018. Impresionante.
Hasta ahora, el ganador siempre ha sido River, pero en Boca saben que la revancha siempre está a 6 meses de distancia, o, al menos, puede estarlo. En los años 2000, el dominio era de Boca. El Xeneize eliminó a River en el 2000 (4tos) y en el 2004 (semis). Para volver a jugar contra Boca por un torneo internacional, River debió esperar una década: 2014, Sudamericana. Para el cruce por Libertadores, 11 años: 2015, 8vos.
Boca, en cambio, tuvo revancha más seguido. Mucho más seguido. Y eso se explica en la hegemonía que han sabido construir Boca y River en este lustro, encima del poderío de los equipos de Brasil. Desde 2015 para acá, siempre al menos uno de ellos llegó a la instancia semifinal. River, jugó al final en 2015, 2018, 2019 y se quedó en la puerta en 2017 y ya está en semis en 2020. Boca metió semis en 2016, final en 2018 y semis en 2019 y, al menos, en 2020. Todo un síntoma de un dominio que crece.
Razones para el dominio hay algunas que saltan a la vista. Planteles que se mantienen bastante, con los presupuestos más altos de la argentina, con dos DT que conocen muy bien a sus equipos: Gallardo en un proceso que ya lleva 6 años y monedas, Russo repitiendo la experiencia de 2007, cuando aprendió a ser DT de Boca y, parece, no se le olvidó. Eso sumado a la jerarquía individual de sus futbolistas, hacen de ambos equipos argentinos dos tanques, no sólo a nivel nacional, sino también, continental. Y si no, pregunten en Brasil.
Más allá que el fútbol de Brasil se ha mostrado como imperante en lo económico, en lo futbolístico, los grandes equipos de Brasil no le han encontrado la vuelta, ni al Millo, ni al Xeneize, con la excepción de Flamengo, en la final de 2019, en un partido en cuyo desarrollo fue superado por el equipo de Marcelo Gallardo.
En estos cinco años River tachó a Cruzeiro (2 veces, 2015 y 2019), Gremio (2018) y Paranaense (2020) y ahora se mide ante Palmeiras, equipo que lo eliminó en las semifinales del año 1999 del torneo. Boca, por su parte, se cargó en sus participaciones a Cruzeiro, Palmeiras (2018), Paranaense (2019) e Inter (2020) y, ahora, va por Santos, equipo al que le ganó la Copa Libertadores 2003 y con el que perdió la Copa Libertadores en la década del '70, con el equipo del Rei Pelé.
Ahora, la historia vuelve a enfrentarlos con rivales de fuste de Brasil. El Palmeiras orilló la final en 2018, cuando lo echó Boca. Santos no es tan protagonista desde el 2011, cuando salió campeón de América, luego de eliminar a Vélez en Semifinales. Para el Millo y el Xeneize, el protagonismo es moneda corriente y los duelos entre sí, ya forman parte de la cotideaneidad. ¿Habrá una nueva final Superclásica?.