Platense le ganó por penales a Estudiantes de Río Cuarto y regresa a Primera División luego de 22 años de exilio. Como no podía ser de otra forma, todos los protagonistas hablaron y expresaron su desahogo tras semejante hazaña.

Uno de los primeros en romper en llanto fue Daniel Vega, un histórico de la institución y quien fue emblema para que el Calamar esté disputando la Primera Nacional. Si bien no jugó este partido, fue un pilar clave en el plantel para el buen clima y el espíritu competitivo.

"Estoy llorando de alegría. Era la meta que me faltaba como jugador, lo único que me faltaba. Mil veces pensé que se terminaba por la pandemia. Tengo 40 años y dudaba de seguir, pero sentía que tenía que llevar a Platense a Primera. Esto para mí es la gloria", manifestó el goleador.

Otro de los que mostró su alegría fue Facundo Curuchet, volante clave con gol y asistencia. Para colmo, le dedicó el ascenso a un hincha del Calamar que lo insultó en la calle: "Se lo dedico a él, que lo festeje ahora. No lo conocía, pero me insultó varias veces. Nosotros no teníamos la culpa de que Platense estuviera cuatro años en la B. Venimos remándola... y hoy volvimos".

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Por último, también habló Hernán Lamberti, el hombre equilibrio en la mitad de la cancha: "Hicimos un gran esfuerzo y nos quedamos en casa durante once meses y no tuvimos casi contagios. Llegamos todos a disposición, esto es familia también". Y por último, le prometió a su familia que los llevaría a comer afuera. Crack.

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