La violencia parece no cesar en el fútbol argentino. Hasta es dificil recapitular cada uno de los hechos que se han dado en las últimas semanas, en una escala cada vez más amplia y que acapara a todos los actores del fútbol argentino: el escándalo de Barracas-Patronato, con jugadores detenidos incluidos, el cruce en la Autopista entre hinchas de Racing y River, la emboscada de la barra de Vélez a la gente de Talleres en el partido por Copa Libertadores y hasta los golpes a una jueza por parte de un futbolista amateur en una liga regional.

Ante esta situación que parece no corregirse, en Tucumán se decidió suspender por este fin de semana toda actividad futbolística en la provincia de la Liga.

El colegio de árbitros expresó: "La Liga Tucumana de fútbol lamenta profundamente y manifiesta su más absoluto repudio por los hechos de violencia acontecidos en algunos partidos de sus torneos superiores e informa a la opinión pública que se encuentra en contacto y a disposición de las autoridades policiales y judiciales a fn de colaborar con la investigación de dichos sucesos", comienza el comunicado.

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Y agrega: "Es nuestra obligación como ente organizador, contando con el apoyo incondicional de nuestros clubes afiliados, deseamos solicitar a nuestros dirigentes deportivos, entrenadores, futbolistas, socios y público en general, que se genere un MENSAJE DE NO A LA VIOLENCIA NI LOS VIOLENTOS, dictaminando tolerancia cero hacia los infractores".

Por su parte, el Comité Ejecutivo de la LTF, explicó que "se comunica a través del departamento de torneos, la interrupción de los torneos en todas las categorías superior de competencia, división masculino y femenino, divisiones formativas y futsal, siendo la misma de 1 (FECHA) calendario deportivo, debido a los hechos de violencia ocurridos entre clubes participantes, como así también hacia los árbitros designados en los diversos torneos".

Además, llama a concientizar a todos los partícipes del fútbol tucumano y promete no dar tregua en su continuo mensaje de no a la violencia en nuestros torneos domésticos, hasta lograr erradicar a los violentos de los diversos estadios.