El entrenador de la selección argentina femenina, Germán Portanova, reconoció que su equipo falló en superar la velocidad de México, razón por la que perdió por 6-1 en un partido amistoso celebrado en el municipio Tepatitlán, en el estado mexicano de Jalisco.

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"Estábamos haciendo un buen partido, parejo, en el que México jugó más el balón en el primer tiempo, pero no nos inquietó hasta el penal. Cuando se apoyaron de la velocidad que tienen, en el segundo tiempo, nos metieron cinco goles, esto es para mejorar nosotros, hacemos un mea culpa", explicó en rueda de prensa tras el partido.

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"En la segunda etapa nos desconcertamos y recibimos varios goles evitables a mi entender", indicó el entrenador. "Con respecto al juego, que es lo más importante, tenemos que mejorar", agregó.

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El duelo ante México fue el tercer compromiso de Portanova en el banco de Argentina, selección que no logró contener la ofensiva local y solo pudo colocar un tanto convertido por la delantera Florencia Bonsegundo, durante el primer tiempo. El técnico, quien fue expulsado en la primera mitad, reconoció que el desempeño de sus dirigidas no fue el mejor debido a que el partido "no fue normal" porque el árbitro mexicano Diego Montaño favoreció a su rival "como si fuera un jugador más". "Todas las pelotas divididas eran para México, iban 15 minutos y ya teníamos dos jugadoras amonestadas y el penal fue inexistente", señaló.

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El estratega aseguró que jugar contra selecciones del nivel de México es importante para que Argentina afine aspectos como la definición y la posesión del balón, y logre crecer con miras a la Copa América de 2022, en la que buscará clasificar al Mundial que organizarán Australia y Nueva Zelanda en 2023. "Las fechas FIFA son fundamentales para nosotros, para mí en especial ya que jugar con equipos mejores que nosotros nos hace crecer bastante", señaló.

Tras perder con México, Portanova dejó su récord en Argentina con tres derrotas ya que en septiembre cayó en dos ocasiones ante Brasil, por 1-3 y 1-4.