Nada más propio en el calcio italiano y milanés que el Milan, un club que hizo historia en la ciudad de la moda rivalizando ante una institución que se gestó a base de inmigrantes: el Inter.

Hoy, ese club propiedad de Silvio Berlusconi, fue vendido a un fondo de inversión asiático cuyos capitales principales son chinos. El Milan es la última de las grandes glorias europeas en sucumbir a capitales, hasta hace poco, exóticos para el fútbol. El acuerdo, la mayor inversión de China en un club europeo, tiene lugar después de que el gigante minorista Suning Commerce Group comprara el Inter de Milán el año pasado.

En un comunicado, Fininvest, el conglomerado de la familia Berlusconi, dijo que vendió por completo su participación del 99,93% en el club a Rossoneri Sport Investment Lux, con sede en Luxemburgo, la compañía que reemplazó a la instancia original en que se presentó la oferta china.La compleja operación comenzó con un primer pacto al que llegaron el 5 de agosto del año pasado. En los 740 millones de euros del acuerdo se incluye la deuda de 220 millones que arrastra el conjunto y las inversiones anticipadas efectuadas en el equipo desde el preacuerdo de agosto hasta hoy.

Tras la operación, Berlusconi en una carta dijo que “dejaba el club con un gran dolor, pero con la felicidad de haber sido propietario del club que su padre le enseñó a amar y que había realizado un sueño”. En tanto Li Yonghong, el nuevo propietario prometió que llevarán al Milan “al techo del mundo”.

Il cavilare adquirió el equipo rossoneri en 1986 y desde entonces, ha conseguido llevar al club a lo más alto para después conducirlo, durante los últimos años, a los tiempos más oscuros de su historia. Deja el control, aunque seguirá en el club, con 28 títulos en su era, cinco de ellos Champions.

Así los dos grandes clubes de Milan ya no serán italianos ya que hace unos años capitales indonesios se quedaron con el Inter. Sólo queda la pasta.