Con un final polémico, un River alternativo derrotó a Boca y dejó en jaque a Diego Martínez
El conjunto de Marcelo Gallardo se impuso por la mínima gracias al gol de Manuel Lanzini. Hubo polémica en el final por un gol anulado a Boca. Fue expulsado Lema.
Boca y River se enfrentaron en un nuevo superclásico por la 15ª fecha del torneo LPF 2024 en el que el primero buscaba recuperarse tras la derrota frente a Racing y el segundo inentaba seguir por la senda del triunfo.
El enfrentamiento tuvo lugar en La Bombonera, con el arbitraje de Nicolás Ramírez y Héctor Paletta desde el VAR. Ganó el equipo de Marcelo Gallardo por la mínima, gracias al gol de Manuel Lanzini.
El inicio del encuentro fue marcado por una situación por demás curiosa, a tan solo siete segundos de comenzado el partido Federico Gattoni se desentendió de la pelota y le cometió una clara falta en contra de Edinson Cavani que significó la amonestación temprana del defensor. Boca intentó desde el inicio manejar la pelota y River apostó a la intensidad.
El ex San Lorenzo inscribió su nombre en la historia al convertirse en el amonestado más precoz de todos los Superclásicos jugados hasta la fecha.
Pero el equipo de Marcelo Gallardo rápidamente pudo ponerse en ventaja y quebrar la tranquilidad en el marcador. A los 19 minutos de la primera etapa, Manuel Lanzini capturó un rebote, luego de una gran acción individual de Facundo Colidio, y envió la pelota al fondo de la red para poner en ventaja a River.
El equipo de Diego Martínez acusó el golpe y entró en un momento de confusión que solo la visita no capitalizó por falta de contundencia. Lo tuvo en dos oportunidades, la más clara a los 27 cuando Colidio se escapó y quiso colocar la pelota por encima de la humanidad de Sergio Romero. Pero “Chiquito” adivinó la intención y se quedó con el esférico.
En Boca, en tanto, reinaba la confusión. Si bien lo hacía con más empuje que juego, el equipo “Xeneize” mostró en esa primera etapa algunas lagunas y licencias que se había dado contra Racing una semana atrás.
Y en ese empuje tuvo una situación en la que reclamó penal, pero en la contra encabezada por un intratable Colidio, que dejó en el camino a Romero, casi aumenta la ventaja parcial.
La tendencia hacia el cierre de la primera etapa estaba más que marcada. La pelota y el ritmo del partido era para River. Los nervios y las imprecisiones eran para Boca. una tendencia que se mantuvo inalterable hasta el cierre del primer tiempo.
Con el “Millonario” en ventaja y la sensación de poder ampliar la ventaja. Y con un “Xeneize” lleno de empuje, pero carente de juego. Solo desde allí se entiende que el equipo local fuera despedido del campo de juego de la Bombonera con algunas reprobaciones en el entretiempo.
El complemento tuvo un inicio con Boca parado unos metros por delante, y con River intentando aprovechar los espacios que el equipo de Martínez dejaba.
Producto de ese empuje forzó algunas situciones, como el remate cruzado que tuvo Zeballos y se fue apenas ancho. La fricción fue en aumento, favorecida por una mala conducción del árbitro Ramirez.
Sin embargo a los 27 minutos del segundo tiempo, el local lo tuvo a tiro del empate, con una gran situación que remató el peruano Advíncula, a la salida de un córner, y que pegó en el travesaño. Con la diferencia tan exigua, el resultado estaba abierto.
La entrada del goleador “Millonario”, Miguel Borja, le agregó un condimento extra al Superclásico, máxime con el ingreso de Franco Mastantuono. El colombiano encabezó varios contraataques que bien pudieron aumentar la ventaja del equipo de Gallardo. Sobre todo en los últimos quince minutos con Boca totalmente encomendado en ataque buscando el empate.
En el local, los argumentos estaban en la frescura de Zeballos, la entrega de Merentiel y el impetú de Advíncula. Y en la pelota aérea…
Por esa vía, llegó la jugada más polémica del superclásico. Milton Giménez recibió un centro a los 52 minutos, la quiso controlar con el pie, le pegó en la mano (en la cabeza y en la espalda al caer) y de esa forma llegó el empate parcial. La jugada debió ser revisada por el VAR, lo que aumentó la tensión final hasta el último segundo.
El árbitro del encuentro fue llamado por la asistencia virtual y chequeó la jugada. Todo, en el medio de una montonera de futbolistas de ambos equipos. Ramirez anuló la jugada, que fue reclamada con vehemencia por Lema. El defensor estaba amonestado, por ende vio la doble amarilla y debió dejar el campo. Asi de cambiantes fueron esos minutos.
Lo ganó River, con polémica sobre el final, pero con un buen impulso de cara a la definición de su cruce por la Copa Libertadores. Lo perdió Boca, que acentúa su mal momento en el torneo, cayendo en dos clásicos coinsecutivos.