El fenómeno Colón: de llorar un descenso a gritar campeón por primera vez en su historia

Los flashes parecen estar siempre en Buenos Aires. Pasan los años y los focos mediáticos tienden a centrarse en el mismo lugar, en los mismos clubes. Y desde las distintas provincias repiten hasta el cansancio: hay más al cruzar la Avenida General Paz y el conurbano. A fuerza de rendimientos y resultados, equipos del Interior han conseguido que se los destaque. Que tengan un lugar especial en distintos medios por sus logros y no por sus desgracias. Así lo ha hecho, por ejemplo, Colón en los últimos dos años.

¿Algún hincha sabalero podrá olvidar el 9 de noviembre de 2019? Sí, el elenco comandado en ese momento por Pablo Lavallén perdió la final de la Copa Sudamericana contra Independiente del Valle. Pero todo lo que generó a su alrededor, con Los Palmeras abriendo la definición y 40 mil fanáticos acompañando al equipo, no será olvidado. Poco más de un año y medio después, el fútbol colocó a Colón ante una nueva oportunidad histórica. Y esta vez no tropezó: ganó, gustó y goleó contra Racing y levantó su primer título.

Fueron 116 los años que debieron pasar para que el Negro le regale un trofeo nacional a su gente. Porque claro, Colón siempre ha sido un símbolo de sacrificio, voluntad y resiliencia. De levantarse cada vez que el fútbol te asesta un golpe, de pelear desde abajo y forjarse como un obstáculo para los grandes. Pero nunca lo había cristalizado en un primer puesto. ¿Habrá palabras para describir la alegría de los hinchas luego de que Pitana marcó el final de partido? Dificilmente. Solamente imágenes o escenarios que traducen sentimientos. Capturas inolvidables de la emoción más auténtica que genera el fútbol.

Muy distinta era la historia poco tiempo atrás. El 24 de mayo de 2014, Colón debió llorar el descenso a la B Nacional luego de 19 años. Fue luego de caer por 1-0 en un desempate contra Atlético Rafaela, en cancha de Rosario Central. La espera fue corta; el 7 de diciembre del mismo año, tras un recordado partido contra Boca Unidos que terminó 3-1, el Sabalero de Reinaldo "Mostaza" Merlo se reencontraba con la Primera División. Y, esta vez, para protagonizar un camino que lo iba a tener más cerca de las escaleras al cielo que del tobogán al infierno.

Eduardo Domínguez llegó en 2017. Corría el 5 de enero cuando fue presentado como entrenador del club y dejó una frase contundente: "Quiero a un Colón protagonista". "Nuestro principio es jugar bien, nuestro sistema táctico va a depender de los jugadores, nos gusta ser protagonistas", sentenció.

El triunfo contra Unión en el clásico (2-0 con festejos de Guillermo Ortíz y Yamil Garnier) fue una de las primeras grandes victorias de aquel Colón que terminaría clasificando a la Copa Sudamericana. Y no fue de paseo: se convirtió en el primer equipo argentino en derrotar a Sao Paulo en el Morumbí, con un bombazo de Matías Fritzler. La irregularidad y algunos malos resultados en el torneo local llevaron a Domínguez a irse en 2018. Partió con 70 partidos en la espalda, de los cuales ganó 29, empató 22 y perdió 19.

El DT regresó el 16 de marzo de 2020, tras la renuncia de Diego Osella, con una situación muy distinta: tenía la misión de salvar al club del descenso. El Sabalero venía de mal en peor, terminando anteúltimo en la Superliga y antepenúltimo en los promedios. Necesitaba hacer una buena campaña. El debut fue contundente, con un 3-1 frente a Rosario Central en el Gigante de Arroyito. Vueltas de la vida; el tercer gol de aquel partido lo hizo Tomás Chancalay, titular en Racing en el partido que significó el primer título del Sabalero.

La Copa Maradona no tuvo resultados negativos para nada: fue líder del Grupo 2 de la primera ronda, con 13 puntos sobre 18, logrando el acceso a la Zona Campeonato. No pudo mantener sus números y solamente sumó 4/15 unidades en la Zona B, donde Banfield se impuso y obtuvo el boleto a la final. Luis "Pulga" Rodríguez, una de las figuras del torneo, aportó 6 goles.

En el mercado de pases, Colón apuntó a nombres específicos: se incorporaron Alexis Castro, Paolo Goltz, Facundo Mura y Cristian Ferreira, todos a préstamo o libres. Además, retornaron Rafael Delgado, Lucas Acevedo y Nicolás Leguizamón de sus cesiones. Se fueron Emanuel Olivera a Atlético Nacional, Alex Vigo a River y Chancalay, justamente, a Racing. Los que llegaron más los que estaban conformaron un equipo duro, difícil de vencer y seguro de sus virtudes.

El tiempo lo solidificó a Colón. Lo acostumbró a partidos chivos, a sentirse suelto frente a sus rivales. De la mano de un extraordinario Pulga Rodríguez, consiguió hacer una gran fase de grupos en la Copa de la Liga: sumó 25 puntos en 13 partidos, con 7 victorias, 4 empates y apenas 2 derrotas. Convirtió 23 goles (3ro que más hizo en el certamen) y recibió sólo 10 (menor cantidad junto a Estudiantes e Independiente). Además del Pulga, fueron importantes Leonardo Burián, Facundo Mura, Facundo Garcés, Rafael Delgado, Gonzalo Piovi, Gonzalo Escobar, Alexis Castro, Federico Lértora, Rodrigo Aliendro, Cristian Bernardi, Cristian Ferreira, Nicolás Leguizamón y el joven y prometedor Facundo Farías, ausente en la final por coronavirus. También fueron claves Paolo Goltz, Santiago Pierotti, Yeiler Góez y Tomás Sandoval, entre otros. Este viernes, escribieron la página más reluciente de la historia de la institución en su tierra de los sueños cumplidos: San Juan.

Patricio Fleming, vicepresidente de Colón, explicó los sentimientos luego de ver campeón a su equipo por primera vez en diálogo con Doble Amarilla. "Para mí, fue algo increíble. Es el sueño que tiene toda persona que encara algo en la vida. Llegar y lograr esto fue lo que soñé toda mi vida", expresó.

El Sabalero nunca había ganado un título, pero esta vez había algo diferente. Más allá de Domínguez, existía una confianza especial. El mismo DT, antes de la final, dejó claro que el equipo no se iba a achicar ante el partido que se le presentaba. "El plantel fue más completo que nunca. Yo vi varios grupos, pero esta vez teníamos 2 jugadores por puesto y buenos. Aparte, un técnico como Eduardo que los llevó de una manera magnífica. El entusiasmo estuvo de entrada. Después, con los resultados que se fueron dando, se fue afianzando el grupo", marcó Fleming.

"Creo que en esta final estábamos todos confiados: el plantel, cuerpo técnico y dirigentes. Todos los partidos en la fase final habían terminado con empate, excepto el nuestro contra Independiente. Fue el partido que mejor se jugó en la previa a la final. Eso nos dio un aliciente, creo que fue importante que cada uno de los jugadores que entraron a la cancha sabían que lo podían lograr", indicó.

Por supuesto, seguimos en pandemia. Y, por ende, hubo una ausencia determinante en el estadio: la hinchada. "Pienso en lo que hubiera sido si no viviéramos lo que vivimos, el pueblo sabalero lo habría disfrutado de una forma increíble. Todo me emocionó, todo lo que vivimos, el viaje, la previa, la unión. Se armó un grupo hermoso, magnífico", señaló Fleming.

¿Liga o Copa? El debate se hizo eterno. Antes de la final, el gran interrogante era si Boca podía ser tricampeón o si Independiente iba a sumar un torneo local luego de 19 años. "Creemos que somos los campeones y que fue un título totalmente ganado en la cancha. Pienso que se va a reconocer, estoy totalmente convencido", apuntó el vice del Sabalero.

Por supuesto, Colón ya mira al futuro. Un futuro que, sin ir más lejos, tiene el final del contrato de Eduardo Domínguez a la vuelta de la esquina. En conversación con Doble Amarilla, Fleming explicó los deseos de que el proceso continúe después del 30 de junio. "Venimos hablando hace rato con Eduardo y con Juan Berros, su representante. Vamos a tratar de hacer lo imposible para que siga. Todos queremos y creo que él también, tiene que aprovechar esto, disfrutar la gloria que ha logrado en Santa Fe. Es muy joven, tiene tiempo para consagrarse en algún equipo europeo. Creo que está totalmente preparado, nos encantaría que siga con nosotros un tiempito más. Él se lo merece y nosotros también", manifestó.

Otros contratos vencen. Entre los más importantes, están los de Leonardo Burián y Pulga Rodríguez, referentes absolutos del Colón campeón. "Con ellos dos vamos a hacer lo imposible para que se queden. Pulga había dicho que terminaba este contrato e iba a buscar un nuevo rumbo, pero vamos a tratar de convencerlo. Tenemos que jugar Copa Libertadores, somos el primer equipo argentino clasificado", aseveró. Con el guardameta, de hecho, se habló de la posibilidad de extender vínculo por otros dos años, según le comentaron a este portal.

Colón va a jugar la Copa Libertadores por tercera vez en su historia en 2022. Previamente, lo había hecho en 1998 y 2010, cayendo en cuartos de final contra River y en primera fase frente a Universidad Católica de Chile respectivamente. El sueño, por supuesto, es dar el golpe y llegar lejos. "Nos tenemos que preparar porque sabemos lo que es y lo que significa. Queremos hacer lo mismo que en su momento han hecho Defensa y Justicia, Lanús o Banfield: jugar y no solamente participar, sino ser una parte importante de la Copa", sentenció.

Para la Libertadores aún falta. Lo cierto es que, ahora, quedan días, semanas y meses de festejos para los hinchas sabaleros por la proeza más grande de su historia. Tal es así que, para Pulga Rodríguez, se tendría que hacer un mural en reconocimiento al plantel. ¿Se lo cumplen?

"Estoy completamente convencido de que algo vamos a tener que hacer. Vamos a ver cómo, de qué manera. Estamos por hacer una nueva sede, que es el próximo objetivo que tenemos. Luego hay que buscar un lugar especialísimo para este plantel que logró la primera estrella que tenemos después de 116 años. Seguramente algo importantísimo vamos a tener que hacer para que todos nos sintamos identificados con este plantel", concluyó Fleming.