River, sólido líder del campeonato de la Liga Profesional al cabo de 11 fechas, no mostró esta noche el brillo de presentaciones anteriores en el Mas monumental, donde se terminó imponiendo por 3 a 0 a un Gimnasia y Esgrima absolutamente juvenil, cuyo técnico Sebastián Romero reservó a la titularidad de los titulares porque en menos de 48 horas tendrá que recibir a Belgrano, de Córdoba, el próximo sábado a las 19 en La Plata.

La referencia final no es un dato menor, ya que el encuentro de hoy comenzó a las 19.30, lo que significa que por media hora no se cumple el plazo reglamentario que debe existir entre un partido y otro, y en este caso el principal afectado es Gimnasia, ya que River jugará desde las 19 del domingo en Rosario visitando a Newell's Old Boys.

Por eso fue que "Chirola" Romero eligió básicamente "tirar" este encuentro en cancha de River que seguramente estaba presupuestado como "perdible", pensando en los tres puntos más posibles de alcanzar pasado mañana en el Bosque frente a los recién ascendidos cordobeses, que sin embargo, en su regreso a la máxima categoría, están cumpliendo una buena campaña.

Todo esto hacía pensar en que el partido iba a ser de fácil resolución para los dirigidos por Martín Demichelis, y en realidad así fue en términos generales porque el arquero Franco Armani prácticamente no vivió tensiones a lo largo de los, 90 minutos, pero ante un rival sensiblemente inferior no se lució por ejemplo como en la fecha anterior en cancha de Huracán, donde también se impuso por 3-0.

Quizá porque ante rivales de menor categoría como el que le tocó hoy suele enredarse un poco todavía (es de recordar el 1-2 frente al hoy a punto de descender Arsenal, en la última vez que le anotaron en el certamen local), o porque esta noche no le hizo falta ir con la quinta a fondo, lo concreto es que este River post Marcelo Gallardo mostró su jerarquía de a ráfagas, pero pudo celebrar dos circunstancias que tuvieron que ver con sus individualidades.

Es que después del gol de Lucas Beltrán promediando el primer tiempo, tras una falta de Guillermo Enrique sobre Enzo Díaz, toda la acción emotiva quedó para el segundo período.

Y fue entonces cuando a los 20 minutos Rodrigo Aliendro marcó su primer gol con la camiseta de River después de 27 partidos mediante un cabezazo hacia atrás que dejó fuera de acción al arquero Nelson Insfrán. La última vez que había convertido fue el 6 de noviembre de 2021 en otro 3 a 0 sobre Platense, jugando para Colón.

Pero lo más emotivo tuvo lugar cuando apenas restaba un minuto para cumplirse los 90 regulares y en su lento retorno al primer equipo el cordobés Matías Suárez, muy perseguido por las lesiones, convirtió un golazo de zurda, de emboquillada, cruzado desde afuera del área, con su sello indiscutible, para el 3 a 0, que fue especialmente celebrado por hinchas, compañeros y cuerpo técnico.

Con los ojos embebidos en lágrimas, el oriundo de La Falda que el próximo 9 de mayo cumplirá 35 años, recibió una conmovedora ovación de los hinchas riverplatenses que volvieron a colmar el estadio de Núñez para reconocer su esfuerzo por seguir adelante pese a esa rodilla indómita que hace años lo tiene a maltraer.

Por eso en el final no importaron algunas pequeñas fisuras frente a un adversario endeble, sino los cuatro puntos de ventaja sobre San Lorenzo en la cima del campeonato y la sensación de que el camino hacia el título no parece tener demasiados obstáculos.

Por eso ahora la cabeza seguramente y más allá de lo que viene, que es el Newell's de Gabriel Heinze que acaba de ganarle a Racing en Avellaneda, se pondrá en la Copa Libertadores, donde necesita recuperarse después del debut fallido en fase de grupos de la semana anterior en la altura de La Paz, donde cayó sin más (ni menos) atenuantes que ese frente a The Strongest, de Bolivia, por 3 a 1.