Días desgraciadamente movidos para Belgrano. Tras los episodios de público conocimiento ocurridos en el Clásico, se desarrolla la última etapa de la campaña política para las elecciones del sábado 29 de abril en un clima enrarecido.

El respeto entre ambas listas siempre ha estado presente, pero la muerte de Balbo, el fallo de AFA y la investigación de la Justicia han depositado la actividad política en un lugar inédito.

Igualmente van apareciendo cosas para analizar profundamente. Tras decir que al retirarse prefería quedarse refugiado en su familia, al menos por un tiempo, Juan Carlos Olave sale a jugar. Apoya a Armando Pérez y su delfín, Jorge Franceschi, que encabeza la lista de Nuevo Resurgir, el frente oficialista.

Desde hace ya un tiempo, José Luis Villarreal, Luis Sosa y Germán Martelotto blanquearon su apoyo a Santiago Montoya, quien es el retador en el enfrentamiento eleccionario. El alto perfil de Montoya, la gran imagen de estos ídolos de los 80 y 90, sumado a los resultados deportivos, hicieron que la brecha entre ambas listas se achicara, y el oficialismo tuviera que recurrir a subir la exposición de Olave, referente celeste ineludible desde 2000 a la fecha, para acompañar al oficialismo en la parte final de su campaña.