Manuel Santos Aguilar tiene una historia particular. El defensor nació futbolísticamente en San Lorenzo de Almagro en una época en la que no sobraba nada en el “Ciclón”. El primer dato curioso es que en su etapa de formación, compartió las inferiores con Javier Milei en el “Cuervo”.

“Estuvo atajando un año, más no. Integró una categoría de la que salieron Alejandro Simionato y Jiménez, que llegó hasta la Reserva y después le perdí el rastro. Fueron pocos los que llegaron a Primera, porque en esa época no le daban mucha importancia a subir juveniles”, recordó el "Sopa“ quien luego dejó Boedo por estar peleado con el entonces mandamás, Fernando Miele. 

“Milei fue arquero en la categoría 70. Estamos en el grupo con Pancho Ozzán, Gabriel Arena, Mariano Lisanti, quien hoy es el preparador físico del entrenador Leo Madelón, y ellos mandaron fotos al grupo diciendo que Javier había atajado un año. Yo a esa altura alternaba entre la Sexta y Primera División, por eso no estuve mucho tiempo con “La 70″, que en esa época era la mejor categoría de San Lorenzo”, rememora Aguilar.

Luego de finalizada su carrera profesional, Manuel Santos Aguilar se dedicó a su otra pasión, el derecho “me recibí de abogado hace 10 años. Empecé a los 37 y me recibí a los 43 en la Universidad Católica de La Plata. Estoy abocado al derecho deportivo. Hice cursos que están ligados al deporte, como administrativo y contractual”

Respecto a su presente, alejado de las canchas y sumido en el mundo de las leyes, reconoció que sse hace camino al andar “Estoy peleándola, porque al salir un poco del sistema, me cuesta un poco volver a entrar. Me gustaría poder ingresar a trabajar en alguna institución, pero sigo insistiendo y esperando a tener alguna oportunidad”, reconoció quien fuera excompañero en inferiores del Primer Mandatario

Como se sabe, Javier Milei fue arquero en su adolescencia y además tuvo un breve paso por las divisiones inferiores de Chacarita. En varias oportunidades mencionó que tuvo un pasado influenciado por el fútbol y el rock and roll. En el “Funebrero” fue arquero en las divisiones inferiores y hasta llegó a formar parte del plantel profesional.

“Tengo excelentes recuerdos, la pasábamos bien. Si hay algo que me ha caracterizado es que todo lo que hice fue al límite de mis posibilidades, pero siempre con ganas y disfrutándolo”, contó el Presidente de la Nación en 2021, en ocasión de una visita por las instalaciones del club de San Martín.

Allí, Milei se descargó y contó por qué no se dedicó al fútbol: “Yo estaba en el plantel profesional, estábamos en el medio de la hiperinflación y yo había arrancado la licenciatura en economía. Un día la acompañé a mi madre al supermercado, estaba apoyado en el carrito y veía que unas chicas remarcaban los precios, y la gente se abalanzaba sobre los productos”.  

La carrera de Manuel Santos Aguilar

El “Sopa” fue una de las pocas figuras surgidas de inferiores del club en una época de vacas flacas en el tema de sacar "pibes" de la cantera. Su debut se dio en el partido ante Vélez en el que los titulares fueron reservados para la Copa Libertadores, el 2 de octubre de 1988. 

Fue un lateral con más técnica que marca. Especialmente útil para darle una salida limpia al equipo por su andarivel. Sus buenas condiciones le valieron ser convocado por Carlos Pachamé al plantel que disputó el Mundial Sub-20 en Arabia Saudita 89. No marcó tantos en San Lorenzo por torneos de AFA, su único gol se lo convirtió a Newell´s en el 6-0 por la Libertadores 1992.

Jugó en Estudiantes en tres etapas y fue parte del recordado plantel que volvió a Primera División en tiempo récord. “Tengo un muy lindo recuerdo y estoy muy agradecido a la institución. Han sido años de mi profesión en los que he podido asentarme en primera división. Cuando llegué en el '94 fue un desafío muy lindo porque venía de transitar el Nacional B en All Boys y logré reinsertarme después de un paso breve por el fútbol de Sudáfrica”, recordó el “Sopa”.

En su palmarés, figura la Copa Conmebol 1999 conquistada con Talleres de Córdoba, cuyo premio se diluyó con la llegada del corralito del 2001.

“Al salir campeón con Talleres, nos iban a pagar 300.000 dólares a cada uno. Pero producto del corralito del 2001, nos pesificaron la deuda y al cambio te quedaban 45.000 de esa misma moneda. De esta manera, terminamos perdiendo mucha plata en base al acuerdo que habíamos logrado antes de la devaluación económica”, contó el jugador.

“Dejé a los 35 años. Físicamente estaba para seguir jugando. Se me fueron cortando las oportunidades de jugar en clubes de Primera. Fui decayendo anímicamente y no tuve ese golpe de suerte. Estaba en Almagro y me tuve que ir. Recalé en Defensores de Cambaceres y colgué los botines en Douglas Haig”, contó Aguilar.