Surgió futbolísticamente en River y estaba a un paso de debutar en Primera. Sin embargo, la Guerra de Malvinas frustró su sueño. Afortunadamente, pudo seguir su carrera como futbolista en otros clubes y fue eso lo que lo ayudó a olvidarse de esos tristes recuerdos. Tras su retiro, se convirtió en agente inmobiliario.

El protagonista de esta historia es Gustavo De Luca, quien llegó a compartir plantel con jugadores como Sergio Goycochea, Carlos Tapia y Néstor Gorosito en la Reserva del 'Millonario'. Cuando le tocó hacer el servicio militar, se perdió la oportunidad de debutar en Primera. Su posterior convocatoria para la Guerra de Malvinas, en 1982, terminó de sepultar sus chances.

Si bien no tuvo más posibilidades en River, logró seguir su carrera en varios clubes y jugó hasta los 34 años, cuando debió retirarse por una lesión en la rodilla. Desde ahí, se alejó del fútbol y se dedicó al rubro inmobiliario.

La historia de Gustavo De Luca

De Luca en sus inicios con la camiseta de River.

De Luca estuvo en Malvinas durante los 72 días que duró el conflicto. Sufrió una herida de bala en su cintura y también lesiones por la explosión de una bomba que le cayó muy cerca. Tras esa triste etapa, regresó a River y pudo jugar 6 partidos más en Reserva, pero tras una lesión en la rodilla, el club lo terminaría dejando libre.

Lejos de desanimarse, lo siguió intentando y construyó una larga carrera. Pasó por Nueva Chicago, donde debutó en Primera, y luego por Talleres de Remedios de Escalada, All Boys y Douglas Haig. Después, viajó a Chile, país donde más jugó: defendió los colores de Santiago Wanderers, Cobreloa, Deportes La Serena, O'Higgins, Colo Colo, Regional Atacama, Deportes Temuco y Everton, donde colgó los botines.

En 2017, River le hizo un reconocimiento a De Luca por ser excombatiente.

Algunos chilenos, desde las tribunas, le gritaban cosas alusivas a Malvinas para hacerlo sentir mal, según contó él mismo años después. En el medio, De Luca tuvo dos breves pasos por el FC Baden de Suiza y por Alianza Lima de Perú.

Luego de retirarse a los 34 años por la lesión en la rodilla, estuvo un año más viviendo en Chile y luego regresó a la Argentina, en 1998. Gracias al fútbol había podido comprar algunas propiedades y decidió convertirse en agente inmobiliario.