La crisis de los grandes y la rebelión de los de abajo: el torneo local, cada vez más parejo
Desde que el certamen de Primera División tiene más de veinte equipos, este es el momento en el que menos diferencia hay en el juego. Varios son los factores, pero el bajo nivel e irregularidad de los 'grandes' es, sin duda alguna, uno de ellos. Además, los que pelean el descenso, ostentan un lugar de privilegio en la tabla de posiciones.
Ya transcurrió más de un tercio del torneo Liga 2022 y, aunque falten 16 fechas (¡58 puntos!), si uno mira los que están arriba en los primeros puestos, salvo Racing (4°) y Argentinos (3°), los demás equipos pelean en la zona baja por no descender en esta temporada o la que viene: Atlético Tucumán puntero, Gimnasia La Plata (2°), Godoy Cruz (5°), Platense (6°), Unión (7°), Patronato (8°) y Huracán (9°).
El conjunto de Fernando Gago, más allá de ser con 49 puntos el mejor equipo de la temporada (seguido del mismo Bicho de La Paternal) está inmerso en una irregularidad que no le permite adueñarse de la punta o de pelear más arriba, con un sorpresivo Atlético Tucumán que lidera Lucas Pusineri, que es el único invicto y la valla menos vencida. Además, con este campañón, se mete ahora en zona de Copa Sudamericana (hizo solo 11 puntos el torneo pasado) y escapa largamente del descenso de esta temporada pero sobre todo, la 2022-2023.
Párrafo aparte para River y Boca, que solo sumaron 15 unidades cada uno, pierden partidos que antes ganaban con mayor facilidad y, por sobre todas las cosas, los problemas futbolísticos que están teniendo, con nombres que no convencen, refuerzos que no se acomodan y rendimientos individuales alarmantes de futbolistas que han dado la talla con otra camiseta de 'menor fuste'.
Independiente, con sus problemas institucionales y económicos a cuestas, genera que esto se traslade adentro de la cancha y el equipo pene en cada uno de sus partidos y con un San Lorenzo que pierde poco y suma casi siempre, ya se le puso a un par de puntos de cara al descenso para la temporada próxima con tan pocos puntos que ha sacado hasta acá. Por su parte, el equipo de Insúa conoce sus limitaciones y compite: partidos que antes perdía, ahora (al menos) los empata y tiene siempre posibilidades para ganarlos, en algunos de ellos los aprovecha y en otros no.
El fútbol argentino puede tener complicaciones organizativas y no ser vistoso en cuanto al juego, pero es siempre competitivo. Y, más allá de que muchas veces la lógica se imprime y los resultados son los esperados, sucede que no importa el equipo que aparenta tener menos posibilidades de ganar, va a plantarse a hacer su trabajo y competir para llevarse el premio mayor.
Todo esto queda demostrado al mirar la tabla, si hasta Patronato, que parecía condenado hace algunas fechas, rema contra la corriente porque está a 8 puntos del primero que se salva y divide de igual forma que Central Córdoba, pero está entre los primeros 10. No se cree menos que nadie y apuesta al milagro de salvarse.
Por su parte, además de Atlético Tucumán, que por liderar el campeonato está en zona de Copa Sudamericana, lo mismo le pasa a Newell's y Godoy Cruz, que pelean por escapar de la zona baja pero ante los puntos que vienen obteniendo, también estarían metiéndose en el certamen internacional. A Platense parece haberle costado la adaptación a Primera, porque el torneo pasado hizo solo 10 puntos y en este ya lleva 18, y aunque la lucha por las copas le queda lejos aún, está entre los 6 primeros y es una gran campaña del equipo de De Felippe.
¿Se empareja para abajo en el fútbol local? Puede ser. ¿Es el momento más claro en el que se nota que cualquiera puede ganarle a cualquiera? Es probable. El fútbol argentino en su máxima expresión. Cualquier cosa sucede en 90 minutos. La crisis de los grandes y los de abajo que se 'agrandan'. El torneo local, cada vez más parejo. Y cada día más atrapante.