Resulta una constante en los últimos tiempos que en Quilmes, la ciudad, haya actos violentos en contra de los clubes, jugadores o dirigentes. Primero, con mucha más virulencia, el objetivo es el Quilmes Atlético Club. Las pintadas de hace varias semanas amenazando a los jugadores que pelean el descenso en Primera División. Y luego, en el último lunes, el ataque a los autos de los jugadores en el estacionamiento de la cancha del Cervecero, mientras jugaban su partido ante Defensa y Justicia.

Sin represalias para el club, según informó el propio Juan Manuel Lugones en medios locales en las últimas horas, Quilmes jugará con público justamente ante Defensa y Justicia, ya que el duelo entre equipos sureños se trata de uno de los tantos emparejamientos de la fecha 24.

En las últimas horas, a unas cuadras de la cancha de Quilmes, los muros del Club Argentino de Quilmes sufrieron el ataque de manos anónimas que amenazan a la dirigencia. La campaña del equipo en el torneo de Primera C es por el momento muy buena y no está en el ojo de la tormenta. El enojo es contra la dirigencia, por cuestiones institucionales.