Adolfo Hirsch, del Argentino C a la Selección de San Marino: "Acá encontré seguridad económica y social"
El jugador que pasó de jugar en el interior del fútbol local a vestir los colores del país europeo. El nivel de vida, la estabilidad económica y las costumbres innegociables después de 12 años en el exterior, todo en diálogo con Doble Amarilla.
Adolfo Hirsch viajó, hace 12 años, a San Marino para asentarse y elevar su calidad de vida, no sólo desde lo económico, sino también desde lo social. Y encontró en el país europeo un lugar para crecer como futbolista.
El volante jugaba en el Argentino C y, tras desestimar algunas ofertas del ascenso, emigró a San Marino para desarrollar su vida y sumar minutos en diferentes equipos locales. "Con el pasaporte en mano, tenía amigos que trabajaban y jugaban en San Martino. Llegué y me ubique en un equipo. Empecé a entrenar y jugar. Al mismo tiempo, empecé a trabajar. Me acomodé bastante rápido. Al tiempo llegó mi señora. Decidimos arrancar la vida acá", reconoció.
Hirsch confesó que la "adaptación no me costó" y le llevó "algunos meses empezar a hablar el idioma originario". Una vez que logró eso, fue cambiando de equipo sin problemas. Tras hacerse un nombre, apareció en su camino la Selección de Fútbol de San Marino. "En 2012 empecé a estar en el radar. Era una motivación mayor el tema de jugar ahí. De disputar los partidos con la Selección. es un sueño", agregó.
Cuando se le consultó por cómo es el deporte en el país donde se asentó, explicó que "es otro tipo de fútbol, es más táctico y cada uno respeta su posición, me costó adaptarme en ese sentido". A su vez, añadió: "Llegué con la idea de jugar como volante o delantero por afuera, pero los primeros meses me costó. No es lo mismo que Argentina".
San Marino es un microestado montañoso rodeado de la zona norte central de Italia. Se encuentra entre las repúblicas más antiguas del mundo y conserva gran parte de su arquitectura histórica. "Acá encontré seguridad económica y social. Es un país que está muy bien económicamente. Con trabajo. No hay pobreza. Está independiente de Italia, pero de la mano. Me encontré muy bien, con un futuro por delante", dijo. Sin embargo, reconoció que "no perdimos las costumbres, vivimos como en Argentina. El asado de los domingos no se negocia".
Para cerrar, contó que, a sus 35 años, ya está pensando en una vida post-jugador: "Tengo ganas de disfrutar de los nenes, estar con la familia. Acá tengo poco tiempo, con todo lo que hago. No sé si seguiré ligado al fútbol, pero la idea es seguir viviendo acá".