El amor por Diego otra vez hace de las suyas: la historia de cómo Juan y sus compañeros salieron de prisión por un tatuaje de Maradona
Juan Zamudio, es el camarógrafo enviado por Telefé para cubrir la invasión rusa a Ucrania y la guerra desatada en ese territorio y tiene tatuado desde los 15 años al más grande de todos en la pantorrilla. Junto a sus compañeros de trabajo se dirigía a Lviv, una de las ciudades sitiadas por el ejército del Kremlin, pero fueron detenidos por la fuerza policial ucraniana. Un momento de tensión, por las diferencias en el idioma, hizo que les secuestren todas sus pertenencias y fuesen detenidos. Sin embargo, su marca con la imagen del 10 en la espalda los ayudó a superar el malentendido y seguir camino.
Apenas desatado el conflicto en territorio ucraniano un grupo periodístico fue enviado por Telefé a la zona en guerra. La desolación, el miedo, la ansiedad, el destierro y el zumbido de los bombas marcan la escena desde hace casi dos semanas allí y los comunicadores hacen lo imposible para contar ese panorama espantoso.
Este grupo de comunicadores atraviesa Ucrania intentando contar las historias de las familias que deben separarse ya que los hombres se quedan a defender el territorio invadido mientras las mujeres huyen a Hungría, Polonia, Moldavia o Rumania en busca de paz y tranquilidad.
En uno de esos recorridos bajo el frío intenso entre Uzhgorod y Lviv, este grupo periodístico fue demorado por la fuerza policial como tantas veces desde su llegada. Pero a medida que el conflicto bélico escala, los controles son cada vez más férreos y esta vez, el vehículo en el que viajaban fue totalmente requisado y los elementos personales y profesionales de todos los comunicadores fueron secuestrados.
"En el medio de la ruta nos pararon dos patrulleros porque habían visto que grabamos algo cuando bajamos en un pueblo a comprar. Nos revisaron todo y nos sacaron los celulares, las notebooks y las cámaras para saber que estábamos grabando" nos cuenta Juan en exclusiva con Doble Amarilla.
En una tensa calma y silencio todos fueron a la comisaría local y la imposibilidad de entender ucraniano tornó todo más inquietante.
"En un momento aparece un militar ucraniano bastante molesto y empieza a hablar en ucraniano y lo único que logramos entender es que decía Messi y Maradona y entonces encaramos por ese lado para 'ablandar' la situación y le muestro el tatuaje y ya la situación cambió" detalla Zamudio.
"Al ratito nos dejaron ir y nos devolvieron todos los equipos. Son estas cosas que pasan que en todo el mundo Maradona y Messi son conocidos. Yo me hice el tatuaje a los quince años y nunca me imagine que me iba a salvar" cierra el relato el camarógrafo.
Juan, además nos cuenta cómo atraviesan los días en Ucrania: "Ahora estamos en Lviv, es todo muy triste, pero nuestro trabajo es venir e informar".