La maldición de Charles Leclerc en "su" circuito de casa continúa. En esta ocasión, el piloto monegasco se puso al volante del monoplaza Ferrari 312B3 de 1974 de Niki Lauda en el Histórico Gran Premio de Mónaco.

Este evento se lleva a cabo varias semanas antes de la cita oficial del calendario de la máxima categoría, que tendrá lugar el fin de semana del 29 de mayo.

Como no podía ser de otra forma, Charles Leclerc, piloto local y actual líder del campeonato mundial de la Fórmula 1 en 2022, se puso el mono y el casco de para hacer una pequeña exhibición y aunque el primer objetivo es no dañar el coche por todo lo que conlleva, el piloto perdió el control e impactó contra las protecciones, por suerte no a una velocidad muy alta. Desde ya, el coche sufrió algunos daños y Charles Leclerc se vio obligado a regresar a boxes y pedir perdón por lo sucedido.

"Perdí los frenos. ¡Perdí los frenos! Frené, el pedal estaba duro y se fue al suelo. Tuve suerte de que me pasase en ese momento, porque si eso me hubiese pasado en otra curva, no habría sido nada bueno", dijo Charles.

En Mónaco, el campeón de la Fórmula 1, recibió un gran reconocomiento por parte de la Fundación Fangio.

La Fundación Fangio aprovechó la ocasión para entregar al último campeón Max Verstappen una estatuilla con la imagen del argentino. Al verlo, admiró el trabajo artístico en el que se representa al argentino.

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