El médico de Boca, Jorge Batista, analizó las lesiones de ligamentos que también afectan a jugadoras de fútbol. A través de un posteo, explicó qué motivos pueden provocar que las futbolistas puedan lastimarse y comentó que son más propensas a volver a sufrirlas.

A raíz de la lesión de Clarisa Huber, futbolista del plantel de Boca, el profesional realizó una publicación en su cuenta de Instagram: "Hay otra epidemia silenciosa desde hace muchos años que involucra al futbol femenino. Desgraciadamente más del 35% de las futbolistas que rompen el LCA (ligamento cruzado anterior) no pueden continuar con su carrera deportiva. Si consiguen hacerlo el 20% sufrirá una nueva ruptura", publicó Batista.

Además, agregó que después de la cirugía y del período de rehabilitación y de retorno a la práctica deportiva, "las mujeres que se rompen el LCA tienen seis veces más de chances de lesionar estructuras meniscales y de terminar con una artrosis de rodilla de aparición temprana".

Por su parte, señaló que la incidencia de este tipo de lesiones en mujeres es "mucho mayor" que en hombres y que en sus probabilidades de volver a practicar el deporte en tres años "son un 25/35% menores que la de los hombres". 

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"Existen factores claramente establecidos en relación a esta lesión del LCA en mujeres. La anatomía de la rodilla, la biomecánica y factores hormonales han sido demostrados ampliamente en la bibliografía y relacionados a éste gran problema", explicó y agregó que factores como "el calendario apretado, poco descanso, pretemporadas atípicas, campos de juego en mal estado, tapones, entre otros", también deben ser considerados.

En este sentido, Batista considera que hay otros dos motivos que se deben sumar para tener en cuenta el porqué de la lesión ligamentaria en mujeres: "Muchas chicas deben trabajar diariamente además de entrenar para jugar al fútbol y muchas de ellas no han tenido una alimentación adecuada en la infancia y en la actualidad, al menos en nuestro país".

Por último, el profesional citó un informe de FIFPRO en el que indica que "el aumento de la carga de trabajo, los desplazamientos y el descanso insuficiente en el fútbol femenino provocan mayor propensión a las lesiones, incluidas las ligamentarias".