Manuel Santos Aguilar pudo haber sido futbolista de River, pero lo rebotaron en una prueba en el "Millonario" por no reunir las características físicas exigidas y desde allí viene su característico apodo: Sopa. Y su carrera comenzó en un San Lorenzo urgido y con inconvenientes financieros.

El ya exfutbolista rememora con orgullo sus años de jugador de fútbol. Y un club que lo marcó:Yo a San Lorenzo lo adoro porque fue mi segunda casa. En ese club nací, pero Estudiantes de La Plata me adoptó como un hijo. Pasan los años y el Ciclón sigue siendo el mismo. La diferencia entre ambos es que el Pincha a los pibes les da oportunidades y San Lorenzo no, no los banca”.

Además fue cultor de una disciplina de oriente en aquellos días en Estudiantes. “En esa época hice un curso para recibirme de reikista. Empezaron a preguntarme qué era el reiki y yo les decía “energía universal”. Entonces, a Martín Palermo le gustó la idea, me preguntó y me pidió que le haga”, destacó Sopa.

El festejo de Estudiantes, con el reiki como temática

La experiencia fue positiva para el “”Titán" y motivo un festejo por demás recordado. "Fue en la noche previa al partido con River que terminamos ganando por 4 a 1. Luego, en el festejo en unos de los goles él hace el símbolo cuando nos juntamos en el córner, nos sentamos junto con Lionel Scaloni, Bernardo Romeo, Martin Fúriga, él y yo a festejar el tanto de esa manera”, rememoró quien en sus últimos años se graduó en Abogacía.

La historia de Manuel Santos Aguilar

Su carrera comenzó en un San Lorenzo prácticamente en crisis. De hecho, quedó libre del “Ciclón” por haberse enfrentado a la comisión directiva presidida en aquel entonces por Fernando Miele. Por aquellos días en las inferiores del conjunto de Boedo compartía vestuario con el entonces arquero azulgrana Javier Milei, hoy presidente de la Nación.

Eran los primeros años de la década del 90 y luego de haber quedado libre de San Lorenzo, el "Sopa" recaló en el fútbol de Sudáfrica. Así fue que vivió un momento histórico, al estar en el lugar de los hechos en el momento de la liberación de Nelson Mandela.

Del exterior no fue lo único que se trajo a su regreso a Buenos Aires. Allí también tuvo su primer contacto con el Reiki, una disciplina japonesa de curación y se recibió de reikista. Tales fueron sus habilidades que Martín Palermo compañero suyo en Estudiantes aprendió de él esta disciplina.

Manuel Santos Aguilar, ayer y hoy

En la vuelta al país le tocó ser parte del plantel que ascendió a la Primera División a Estudiantes de La Plata, para luego pasar a Colón de Santa Fe, y tener un paso por Talleres de Córdoba donde se consagró ni más ni menos que en la Copa Conmebol 1999.

Sus inquietudes siempre fueron más allá del fútbol y es por eso que en sus últimos años de carrera, disputándolos en el Ascenso, siguió estudiando hasta lograr el título de Abogado. Y mantiene el sueño de llegar a la FIFA como jurista deportivo. una historia de suoperación permanente que cuenta con orgullo.