En su primer torneo como Nº 1 del mundo, Horacio Zeballos y Marcel Granollers conquistaron el Masters 1000 de Roma, levantando uno de los trofeos más prestigiosos del calendario. 

Los primeros cabezas de serie supieron manejar con inteligencia una final marcada por el clima, donde las lluvias obligaron a retrasar el inicio y partieron por la mitad la segunda manga. Lejos de perder la concentración, español y argentino se sobrepusieron a los elementos para derrotar por 6-2, 6-2 a la pareja formada por Marcelo Arévalo y Mate Pavic en una hora y nueve minutos de juego.

La gráfica oficial de la coronación.
La gráfica oficial de la coronación.

Con la experiencia del triunfo logrado en 2020, Granollers y Zeballos estudiaron el terreno para superar con habilidad cualquier obstáculo encontrado en el cuadro. Los Nº 1 del mundo completaron una actuación sensacional en Roma, levantando la copa sin entregar una solo set en todo el torneo. Una seguridad que les ha permitido recuperar el trono cuatro años después.

La palabra de los campeones, tras la consagración: “Siempre es especial”

"Creo que somos como el buen vino", indicó Zeballos. "Nos hacemos más viejos y nos volvemos mejores. Tenemos mucha confianza y llevamos jugando a buen nivel durante las últimas semanas, es un gran año".

Por su parte, reconoció Granollers: “Siempre es especial ganar un Masters 1000, estamos muy contentos por la forma en que jugamos durante toda la semana”.

Los títulos que conquistó la dupla

El argentino y el español acumulan nueve títulos como pareja, incluyendo seis coronas ATP Masters 1000 desde que comenzasen a caminar juntos. Las citas de Canadá (2019), Roma (2020, 2024), Madrid (2021), Cincinnati (2021) y Shenzhen (2023) pueblan una vitrina poblada de gestas.

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El triunfo en Roma, además, consolida el estatus de Nº 1 mundiales que lograron semanas atrás alcanzando las semifinales del Mutua Madrid Open. Con la copa del Foro Itálico en el bolsillo, Granollers y Zeballos amplían hasta los 340 puntos la ventaja sobre el No. 3 australiano Matthew Ebden, su más inmediato perseguidor por el techo del circuito.