Yuki Tsunoda, piloto de Racing Bulls, sufrió un insólito episodio en su llegada a Estados Unidos para disputar el Gran Premio de Las Vegas, ya que fue demorado por más de tres horas en el control migratorio y  casi lo deportan.

Me sentí un poco extraño cuando me detuvieron. Por suerte no duró más de dos o tres horas”, señaló el japonés, que aún no tiene compañero para la temporada 2025 y el argentino Franco Colapinto podría tomar esa butaca.

El incidente ocurrió mientras Tsunoda ingresaba al país acompañado de su fisioterapeuta: “No me permitieron comunicarme con mi compañero o llamar a alguien. Quería contactar al equipo o a alguien de la Fórmula 1, pero en esa sala no puedes hacer nada”.

Además, el piloto destacó que tuvo varias discusiones con el personal de Seguridad, pero luego lo dejaron quedarse en el país, aunque remarco que estuvo “cerca” de que lo deporten-

Simplemente siento que recibí mucha presión… Si decía algo incorrecto, podía estar en un problema mayor”, confesó el japones.

Tsunoda llegó a Estados Unidos antes que el resto de los competidores debido a actividades promocionales organizadas por Red Bull junto a otros pilotos como Max Verstappen, Checo Pérez y Liam Lawson.

Por último, a pesar del mal momento, tomó con humor la situación y recordó un detalle curioso del interrogatorio: “Llevaba pijama, así que tal vez no parecía un piloto de F1, pero estoy seguro de que él lo sabía. Durante la conversación, incluso me preguntó el salario y todo”.