Chapecoense: “Todavía sigue el interés por saber cuál fue la maniobra que hubo detrás del accidente”
DOBLE AMARILLA entrevistó al periodista brasileño Francho Barón, que fue el máximo responsable del trabajo que saldrá en pantalla este viernes. Una larga investigación sobre el accidente de avión de noviembre de 2016 que se llevó la vida de 71 personas en Colombia.
(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) Podrán pasar muchos años, pero todos sabremos dónde estábamos en la mañana del 28 de noviembre de 2016. El accidente de la delegación del Chapecoense marcó por siempre la historia del deporte y del transporte aéreo. La noticia impactó. Las imágenes estremecieron. La historia quedó marcada.
Este viernes sale a escena el documental “Chapecoense: Las claves oscuras del siniestro”, una producción exclusiva de DocuFilms de CNN en Español. El producto final se dio tras varios meses de trabajo en 6 países. Será transmitido por CNN en Español, Esporte Interativo, I.Sat, TNTSports y truTV. Lógicamente, el documental trata sobre el trágico viaje de la empresa boliviana LaMia que tuvo como saldo 71 muertos y 6 heridos de diversa gravedad. Casi toda la plantilla del equipo brasileño Asociación Chapecoense de Fútbol falleció en la mayor tragedia aérea de la historia del fútbol. El documental fue liderado por Francho Barón, corresponsal de la cadena CNN. Cabe recordar que la investigación oficial, encabezada por Colombia concluyó en abril que LaMia era una compañía con múltiples deficiencias organizativas, económicas y operacionales que comprometían la seguridad de sus vuelos. También que la tripulación decidió seguir adelante con un vuelo que no contaba con el combustible necesario para llegar a su destino con garantías. Precisamente, fue esa falta de combustible la que provocó que los motores de la aeronave dejaran de funcionar, desencadenando el mortal accidente a pocos kilómetros del aeropuerto de destino.
DOBLE AMARILLA entrevistó a Barón, quien en un largo testimonio expuso sus sensaciones luego de un extenso trabajo.
DOBLE AMARILLA: - ¿Cómo está usted después de todo este trabajo? ¿Fue un antes y después en su carrera?
Franco Barón: - “Me encuentro exhausto después de un trabajo que nos ha llevado más de un año y medio y que, efectivamente, marcó un antes y un después en mi carrera por muchos motivos. Primero porque ha sido, por lejos, el mayor desafío periodístico que he afrontado y en segundo lugar porque la carga emocional de esta investigación ha sido muy grande, sobre todo la parte que tuvo relación con las víctimas y los familiares de las víctimas de la tragedia. Ese período que pasamos en Chapecó y en permanente contacto con viudas, hijos, nietos y hermanos de fallecidos, así como los amigos, pues en alguna forma también ha sido lo más duro de todo esto desde el lado humano y emocional. Es un equilibrio difícil de conseguir. Me ha tocado muchísimo. Viendo el documental uno se da cuenta que hay una mezcla de corrupción y negligencia grande”.
DA: - ¿Cómo se sentía Usted mientras iba descubriendo cosas?
FB: - “Muy sorprendido, sinceramente, porque a medida que vas tirando del hilo van apareciendo cosas. Al principio todo está cubierto y se piensa que es culpa del piloto y que han iniciado una investigación. En ese momento te dicen ‘les avisaremos cuando haya más novedades’, pero desde el principio tuvimos esa sensación de que había mucho más detrás de las primeras versiones oficiales. A medida que fuimos avanzando, algo que no fue automático ni rápido ya que hubo que manejar los tiempos con mucha paciencia, íbamos creyendo cada vez más que algo raro había”.
DA: - ¿Hubo etapas en las cuales la investigación se detuvo?
FB: - “Estuvimos meses atascados en un elemento en el que no conseguíamos avanzar y a veces pensamos en tirar la toalla. Pero cada vez que seguíamos adelante, veíamos que las cosas iban apareciendo y un testigo o una fuente que no te quiso hablar hace 5 meses, ahora le llegó el momento de abrirse y contarte cosas. Cuando todo eso va apareciendo la reacción mía y del equipo fue de grandísima sorpresa, pensando “bueno este agujero definitivamente es mucho más profundo de lo que pensábamos y hay que seguir cavando y llegamos a un punto en donde el resultado está a la vista: una radiografía bastante clara de cómo operaba y cómo inició sus actividades esta empresa.
DA: - Si uno mira el documental se da cuenta que el país más reticente para aportar información es Bolivia ¿Usted lo sintió así y porque lo cree?
FB: - “El propio informe preliminar de Colombia dice que las autoridades aeroportuarias bolivianas no quisieron colaborar con la investigación y además hemos mencionado varias veces que buscamos la versión oficial de Bolivia y desafortunadamente, más allá de una primera declaración oficial, nunca obtuvimos respuesta. Cuando nosotros arrancamos esta investigación llamamos a su puerta de nuevo y nuestros requerimientos nunca fueron atendidos. Te puedo decir que Bolivia ha sido el país donde hemos tenido más reticencia hasta de personas, familiares y fuentes potenciales, ni siquiera te hablo de gente del Gobierno, de hablar abiertamente y de ponerse delante de la cámara y contarnos su verdad. Es ahí donde hemos encontrado los mayores problemas pero no me puedo aventurar y a hacer ningún juicio de eso en cuanto al motivo”.
DA: - ¿Cómo está Chapecó? ¿Cómo la notó después de lo que ha pasado?
FB: - “Me pareció un lugar maravilloso por su gente primero que nada, porque siempre nos trataron súper bien y noté un impass emocional brutal en la población, tal como lo dice uno de los entrevistados del documental en cámara.
Chapecó y Chapecoense se confunden porque es una ciudad donde no hay mar, donde no existe prácticamente otra diversión y la población en general sean pequeños, mayores, grandes o chicos, todo el mundo se abraza al club de fútbol que además le dio muchísimas alegrías y les genera algún tipo de diversión y actividad, algo de que agarrarse en una ciudad del interior”.
DA: - ¿Qué noto en su paso por la ciudad?
FB: - “Que Chapecoense es omnipresente en toda la ciudad, que es muy pequeña y en la que se conoce todo el mundo. Los propios jugadores de fútbol mantenían relaciones de amistad con los vecinos de la ciudad y todo eso se notaba muy a flor de piel. El impacto emocional de toda la gente fue muy grande por la pérdida de sus amigos, sus jugadores y todo lo que eso conlleva. Hoy Chapecó se va recuperando poco a poco de ese durísimo golpe pero no es algo que vaya a pasar pronto. Incluso sigo notando cuando hablo con la gente y cuando hemos estado allí, que la herida continúa abierta, sobre todo porque sigue abierto el interés y la preocupación por saber lo que sucedió en este accidente, cuál fue la ‘tramoya’ de todo esto”.
Francho Barón es corresponsal de CNN en Español en Brasil desde enero del 2013, con sede en Río de Janeiro. Barón cuenta con una amplia experiencia como corresponsal internacional en los ámbitos de reportero, editor y productor en diferentes contextos como el económico, asuntos internacionales y situaciones de conflicto. Antes de formar parte del equipo de CNN, ha trabajado para el diario El País (España) y colaborado con medios como National Geographic, Cadena SER (Brasil), Deutsche Welle y RFI (Radio France Internationale). Francho Barón nació en Cádiz, España, estudió la carrera de Periodismo en la Universidad Pontificia de Salamanca.