Conmoción: la noticia menos pensada sobre Diego Simeone
Una situación inimaginable relacionada con el entrenador argentino e ídolo de Atlético de Madrid.
Diego Simeone es sinónimo de Atlético de Madrid. No hay manera de imaginarse a uno sin el otro, ya desde la época en la que el Cholo se destacó como futbolista del club. En su faceta de entrenador lleva 13 años al frente del equipo, aventura que comenzó en 2011 y que ya lleva casi 700 partidos más la obtención de 4 títulos nacionales y 4 internacionales.
En la presente Champions League, el Colchonero tiene una actuación irregular, con dos triunfos y dos derrotas, mientras que en la liga de España ocupa la tercera colocación, a 7 puntos del líder Barcelona y a 1 de su clásico rival, Real Madrid.
Pero una situación impensada comenzó a plantearse y sorprendió a todos: la posibilidad de que Simeone deje la que es su casa al final de temporada. Es cierto que tiene contrato vigente hasta 2027, pero según el medio español Relevo, existe cierto desgaste desde que asumió como director de Fútbol Carlos Bucero, algo que ocurrió con posterioridad a la extensión del vínculo con el DT.
Ante tamaña eventualidad, Atlético de Madrid estaría haciendo una búsqueda desde hace varios meses, más allá de que el plantel fue renovado en función de su continuidad y trajo futbolistas que el propio argentino pidió, como la gran inversión por su compatriota Julián Álvarez.
El arribo de Bucero en enero pasado, entronizado por Miguel Ángel Gil Marín, propietario de la institución, ha minado bastante al Cholo, que sufrió el virtual desplazamiento del italiano Andrea Berta, director deportivo de su máxima confianza desde mayo desde 2013 y apartado de muchas de sus funciones.
Uno de los nombres preferidos para protagonizar una sucesión es el de Fernando Torres, hijo dilecto de la casa Rojiblanca y autor de casi 140 goles en dos períodos. Pero Gil Marín tendría gran predilección por Unai Emery, hoy en Aston Villa.
Por supuesto que todo debe atenerse al momento en que la posible salida de Simeone se concrete y la disponibilidad laboral de cualquier candidato. En todo caso, si el actual conductor no continúa en su cargo sería más por una renuncia que por un despido, que conllevaría una astronómica indemnización dado su salario bruto de unos 4 millones de euros brutos al mes.