Luego de enderezar el rumbo deportivo tras un 2023 realmente para el olvido, Chelsea afronta una crisis institucional grave que según reportan desde Inglaterra podría derivar en “una guerra civil” entre sus propietarios. 

El matutino británico The Telegraph refiere que la relación entre el magnate estadounidense, Todd Boehly, actual presidente del club ‘blue’ y los copropietarios del Chelsea, Clearlake Capital, está en un punto de ruptura y ambas partes trabajan a contrarreloj para encontrar una solución que no provoque un cimbronazo en el primer equipo.

Boehly, que entró en el club londinense de la mano de Clearlake Capital, en mayo de 2022, posee el 38,5% del total de las acciones del club, junto con otros dos empresarios. Por su parte, Clearlake Capital posee de una participación del 61′5%.

Lo cierto es que más allá de no tener la mayoría accionaria, Boehly es el mandamás del club de Stamford Bridge y varios de los movimientos del último mercado de pases los realizó sin consultar con el resto de los propietarios y ello generó tensión. 

A esta altura, el magnate estadounidense evalúa desembolsar una cantidad cercana a los 3.000 millones de euros a Clearlake Capital, para quedarse con todo el paquete accionario. Sin embargo, la empresa no está dispuesta a vender.