Jenni Hermoso se cansó. El 21 de agosto del año pasado, la vida de la delantera de la selección española dio un vuelco de 180 grados. Cuando en plena coronación junto a sus compañeras tras haberse campeonas del mundo en Australia y Nueva Zelanda fue manoseada y besada en el podio y delante de todo el público presente por el entonces Presidente de la Real Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales. 

La actitud y los actos de Rubiales le valieron ser sancionado por la FIFA e inhabilitado para seguir ejerciendo para luego renunciar a la cada madre del fútbol español acorralado por una ola de denuncias por parte de diferentes entes deportivos ibéricos y del resto del mundo. Hoy, el dirigente afronta un proceso penal que está en plena etapa de instrucción y que tiene a Hermoso como víctima.  

En las últimas horas, la futbolista utilizó su cuenta de Instagram para publicar los insultos y las amenazas que recibe: "Puta, que no te toco ni con un palo, no vaya a ser que denuncies, hija puta. Trozo pescuezo, te han comido la cabe bien los iluminatis, trozo de mierda. Drogadicta, hija puta...", se escucha decir a un hombre en el audio.

Para sumar: "Ey! Que todo está bien. Simplemente quería hacer ver las almas vacías que siguen insistiendo en hacer daño. Por supuesto que esto solo hace que me sienta más orgullosa con todo".

Hace algunas semanas, a casi cinco meses del inicio de este tortuoso camino, Hermoso brindó su primera entrevista en televisión y dio detalles de las amenazas que le tocó recibir durante este período. 

“Lo más fuerte que me han dicho ha sido 'como te vea por la calle te apuñalo'. También me han deseado que me rompa las rodillas, me han insultado... Y eso es difícil de gestionar” y añadió: "Yo me imagino a esa persona que me está insultando que está en el baño cagando. Entonces, yo lo que hago es leerlo cuando también estoy en el baño".