La Liga de las Naciones, una competencia que nació con rosca internacional
Los europeos ya presentaron su certamen de Selecciones paralelo a la FIFA. Tentaron a otras confederaciones, mientras en Zürich, buscaron aliados que frenaran el crecimiento del proyecto. Hubo contacto con Brasil y Argentina para sumarlos. El futuro de los partidos amistosos de las Selecciones no europeas, en peligro.
(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) El torneo que hoy sorteó UEFA en Lausana adoptó un formato europeo luego de plantearse como un certamen mundial que encontró resistencia en Sudamérica y África. Pese a eso las negociaciones siguen abiertas aunque FIFA pone como condición tomar el control del campeonato de selecciones.
La remota ciudad de Calcuta, en octubre del año pasado, fue el centro donde UEFA buscó apurar al resto del mundo para sumar a todas las selecciones a su proyecto de Liga de las Naciones, el mismo que se sorteó hoy en Lausana sólo con equipos del Viejo Continente. En aquel momento la intención de la UEFA era replicar este mecanismo de tres divisiones para "el resto del mundo" y luego hacer una final entre los dos ganadores para coronar al campeón: Asia, Oceanía y Concacaf rápidamente aceptaron la propuesta pero Conmebol y África no acompañaron y exigieron modificaciones: la organización por parte de FIFA, la equiparación de los premios y "mezclar" europeos y el resto del mundo por zonas.
La intención de internacionalizar esta Liga de Naciones tenía el objetivo de incorporar a las selecciones de Argentina y Brasil, y el resto era un plus. Ante la negativa de Conmebol, DOBLE AMARILLA pudo saber que UEFA intentó negociar directamente con dos de los campeones mundiales que le faltaban a esta competición, algo que despertó la desconfianza de Gianni Infantino y su conducción en la FIFA.
Pero, ¿quién había sido el ideólogo de esta Liga de Naciones en 2015? Justamente el suizo cuando representaba a los países europeos en UEFA como secretario de la presidencia de Michel Platini. Conocedor como pocos del proyecto buscó aliados para bloquear que su ex-UEFA se hiciera con la organización de un torneo que reuniría a todas las selecciones del mundo y opacaría el principal evento que ostenta su FIFA: el Mundial que se realiza cada cuatro años.
En esa reunión en India, Infantino encontró en el paraguayo Alejandro Domínguez y en su par africano, el malgache Ahmad Ahmad, sus socios ideales para que los europeos tuvieran que "recalcular" su idea original de Liga de las Naciones y tuviera que convocar a FIFA para avanzar con este proyecto que ocupará todas las ventanas de partidos internacionales.
En la previa del premio The Best, en octubre en Londres, y en la antesala del sorteo del Mundial, en diciembre en Moscú, las negociaciones continuaron. Según supo DOBLE AMARILLA dos representantes de la AFA y otros dos de la CBF escucharon una cifra escandalosamente alta por parte de UEFA para integrar como "invitados" la primera edición de la Liga de las Naciones, mientras "se regularizaban" las situaciones con sus pares de Conmebol.
La respuesta de Brasil fue negativa y Argentina expresó que necesitaba tiempo y debatir el tema con sus pares sudamericanos. En Moscú, la UEFA advirtió que este 24 de enero realizaría el sorteo pero que había canal de diálogo abierto si el resto del mundo quería participar y que estaría dispuesto a sumar al Bureau de organización a integrantes de otras confederaciones.
Entonces se abre el interrogante. ¿Seguirá la fidelidad de Domínguez con Infantino? ¿La falta de partidos internacionales de clase A ante esta decisión de los europeos jugará un papel fundamental para cambiar la decisión 2017? ¿Aceptará UEFA sumar a la FIFA de Infantino a este gran torneo? ¿Cambiará el futuro de la Liga de las Naciones post Mundial de Rusia? Todos interrogantes que se irán develando sólo con el correr del tiempo...