Manchester United se sumerge en una crisis que excede lo deportivo, ya que a la pobre campaña actual y los pocos éxitos destacados, se le sumó un problema de infraestructura porque el histórico estadio Old Trafford se encuentra en el centro de una polémica tras recibir una magra calificación por goteras y ratas en las instalaciones.

Los inspectores de higiene descubrieron excrementos de ratones en una suite corporativa ubicada en la planta baja y en un quiosco de alimentos destinado a los aficionados. Este hallazgo ha generado preocupación tanto entre los seguidores del club como entre las autoridades locales, informó el medio Mail Sport.

Además, esto se profundizó más cuando en el encuentro ante Bodø/Glimt por la UEFA Europa League, se vio a un roedor metiéndose al pasto del campo de juego.

El problema es la ubicación del estadio, situado entre un canal y una vía férrea, lo que lo convierte en un entorno propicio para la proliferación de plagas. Al mismo tiempo, la situación se agrava durante los meses de invierno, cuando las bajas temperaturas obligan a las ratas a buscar refugio en lugares más cálidos, como las instalaciones del estadio. 

Desde Manchester United intensificaron sus esfuerzos para abordar el problema. Según el medio británico,  el club está trabajando en colaboración con empresas especializadas en control de plagas y con el consejo local para implementar medidas correctivas.

Actualmente, los controladores de plagas visitan el estadio entre cuatro y cinco veces por semana, con el objetivo de erradicar la infestación y recuperar una calificación de cinco estrellas “lo antes posible”, ya que actualmente es de dos.

Presente para el olvido en los futbolístico

En el plano deportivo, el panorama es igual de desolador. A pesar de que la llegada de Ruben Amorim, solo pudo imponerse en dos oportunidades de las últimas seis presentaciones. Así, marcha decimotercero en la Premier League con 22 unidades, a diez del descenso, algo que encendió las alarmas en Old Trafford.