Brasil se alza y protesta ante un cambio de paradigma en el fútbol sudamericano
La protesta de Cruzeiro y luego de la CBF responde no sólo a una cuestión coyuntural del partido con Boca. Hay un sentimiento a nivel continental que Conmebol favorece a los conjuntos argentinos en sus competencias. Paradójicamente, desde la llegada de Tapia, la AFA reclama más presencia y poder en Asunción y en FIFA.
(De la redacción de DOBLE AMARILLA) El imaginario colectivo desde tiempos inmemoriales sostienen que a nivel mundial, y especialmente sudamericano, tanto la selección brasileña como sus equipos en la competencias continentales siempre tienen “una ayuda extra” y “beneficios exclusivos” en relación a sus oponentes.
Sin embargo, en el último año y medio las críticas por un cambio de paradigma y un giro de estas “preferencias” empezaron a apuntarse hacia la AFA y los conjuntos argentinos en las Copas Libertadores y Sudamericana.
La protesta más fuerte, luego de la expulsión de Dedé en Cruzeiro ante Boca, llegó desde Brasil pero también se alzaron voces desde Chile, Uruguay, Perú y Paraguay en contra de fallos que beneficiaron a los representantes albicelestes.
Lo que tiene que ver exclusivamente con el peso de Brasil este deterioro de su influencia en Conmebol se venía gestando desde el FIFAGate de 2015 con el corrimiento del emblemático Marco Polo del Nero, pero se terminó de profundizar con el voto en contra del Coronel Antonio Nunes en la elección de la sede para el Mundial 2026, en el Congreso FIFA de Moscú.
Este puñal, que rápidamente la CBF se lo atribuyó a una decisión personal del Coronel, sumado a las disputas internas que vive Brasil entre cariocas y paulistas en mayor medida – y que incluye también a mineiros y gauchos- fue erosionando su peso específico en Asunción.
Con respecto a FIFA, la mantención de Fernando Sarney como representante en Zúrich supone más un puesto casi ‘de nobleza’ porque con un apellido con un peso específico es más una representación más nominal que brasileña.
Es por eso que en Brasil tienen mucha expectativa en Rogério Caboclo, muy político y que ya tomó la representación ante Conmebol hace dos meses incluso antes de tomar el poder en la CBF que será en 2019.
La titánica tarea de Caboclo será no sólo recuperar la confianza continental en Brasil sino tratar de desentramar este cambio de paradigma que apunta a beneficios hacia el vecino Argentina.
Las sospechas que alimentan este último punto van desde el apoyo para reducir la pena de Messi, los fallos a favor de San Lorenzo (Sudamericana), Independiente y River (Libertadores) en los controversiales últimos casos por malas inclusiones y cierta tendencia en los fallos arbitrales.
Sin embargo, este sentimiento sobre “preferencias” por la Albiceleste no se circunscribe a Brasil, sino que hay otros países que ya han alzado la voz en espacios de encuentros continentales del fútbol para transformarlo en “una sensación regional”.
Paradójicamente desde la llegada de Claudio Tapia a la presidencia de la AFA hay un constante pedido para recuperar terreno perdido y sentir que no hay suficientes espacios de poder ocupados por argentinos.
La puja del poder se construye diariamente y el presidente Alejandro Domínguez hace equilibrio en estas desconfianzas mutuas que hay entre los países… unos sentimientos que si se exacerban pueden complicar la estabilidad de la región.