El domingo por la noche, la lista liderada por Fabián Doman arrasó con las elecciones en Independiente y se hará cargo del club por los próximos cuatro años. . Sabido es, puertas adentro y hecho público por el conductor de TV, que Julio no es de su "gusto" futbolístico: "No creo en las improvisaciones, si en un proyecto. Si el DT está de acuerdo con esa filosofía seguirá adelante. Julio no es de nuestro gusto futbolístico, pero es muy buena persona y un caballero", confesó en dialogo con D-Sports Radio.

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Tweet de doble amarilla

se le suma un nombre que ya tiene un pasado fuerte dentro de la institución: Ariel Holan. El DT que consiguió el último título oficial para el "Rojo" y que se declaró hincha abiertamente, según pudo saber "Doble Amarilla", tuvo diálogos con Doman y Marconi en la previa a las elecciones. Quedaron en comunicarse y continuar las charlas si el desenlace terminaba de manera favorable.

Hasta el momento, esa nueva comunicación no se dio y hasta es probable que nunca suceda. A minutos de haber ganado, cuando todavía se descorchaban los champagne: "En ese momento (2017) Holan era Dios y después la gente se dio cuenta que atrás de Dios había negocios". Las viejas "rencillas" se traspolaron al presente.

"Gustavo Quinteros nos gusta, Matías Almeyda siempre nos gustó, por el perfil. Ricardo Gareca puede ser una posibilidad, Con Henize vamos a tratar de hablar y hay que juntarse con Falcioni, para mi debería seguir hasta diciembre" continuó el dirigente que, según sus propias palabras, tendrá un cargo dentro de la toma de decisiones a nivel futbolístico, algo que nunca fue confirmado ni oficializado por Doman y compañía. Luego de "liquidarlo" con sus acusaciones, "descartó" a Holan como posible candidato. 

Por supuesto, desde el entorno del DT hicieron trascender su fuerte enojo ante las declaraciones. Rápidamente, "no tiene entidad para decidir y su palabra no es representativa de la Comisión Directiva". 

Si, ya en las primeras horas del cargo se generó un conflicto interno. ¿Qué opinará Falcioni? ¿Querrá seguir el emperador sabiendo que no todos están de acuerdo? Políticamente... ¿empiezan los primeros 'pases de factura'? ¿Quién tomará las decisiones? Todos interrogantes sin resolución.