La Selección toma envión y una confianza que se fue reconstruyendo a contrarreloj
Varias reuniones informales en la concentración y la recuperación anímica del capitán resultaron clave para poder llegar al cruce con los europeos con una moral que el domingo por la mañana tocó fondo.
(Desde Bronnitsy, Rusia) La seriedad y los rostros fruncidos se apoderaron de la concentración desde el empate ante Islandia del último sábado hasta el domingo a la tarde-noche cuando los familiares le dieron aire fresco a un plantel que sintió el golpe del resultado inesperado en el debut mundialista en Moscú.
Sin un especialista en psicología por convicción, el cuerpo técnico tomó la posta para intentar levantar a un equipo con niveles bajos en autoestima y confianza. Durante toda la previa de este Mundial de Rusia se habló para intentar liberar al presente de la pesada mochila del pasado y las tan mentadas tres finales perdidas.
Sin embargo, el grupo fue reaccionando de a poco, como Lionel Messi que sintió también el dolor existencial de haber desperdiciado la oportunidad del penal y durante todo el fin de semana intentó buscar fuerzas para recomponerse... es que el capitán vive esta oportunidad mundialista como la última, aunque todavía no tiene definido su futuro y fluctúa entre el adiós y la continuidad recién para 2019.
El mensaje de su mujer Antonela fue un punto de inflexión para el astro argentino que luego de secarse algunas lágrimas volvió a sonreir y contagiar a sus compañeros que buscaron revitalizar a Leo en cada encuentro casual en el predio de Bronnitsy.
Como bien señaló su mamá Celia en las últimas horas, Messi siente la misma presión que en Sudáfrica 2010 o Brasil 2014 pero sabiendo que esta oportunidad de Rusia, a sus 30 años, es la última gran posibilidad de impulsar a una generación que acompañó a la Pulga desde aquel lejano primer Mundial de Alemania en 2006.
Las palabras de Cristian Ansaldi y Paulo Dybala de ayer en conferencia de prensa ante la pregunta de DOBLE AMARILLA sintetizan el sentimiento de todos sus compañeros y a la hora de acompañar al 10 el más cercano es su compañero de cuarto, el Kun Agüero.
Ayer tras la práctica volvieron a aflorar las sonrisas naturales y las bromas, ese clima que se hizo tan natural en Barcelona y que pareció esfumarse en la estadía rusa. Poder fortalecer y potenciar este cambio de moral y estado dependerá mucho del resultado del partido ante Croacia.