El tremendo color de Argentina en el Estadio Lusail
Doble Amarilla dialogó con varios de los hinchas que estuvieron en el Estadio Lusail para vivir la trabajada y complicada victoria de la Selección Argentina.
Si hay algo que la Selección Argentina tiene claro es que necesita de todo el aliento posible en Doha. Los hinchas de la ‘Scaloneta’ captaron el mensaje y se acercaron en masa al Estadio Lusail, donde el equipo “de Messi y Maradona” se enfrentó a México para dar el golpe.
El denominador común fue la fe. El hecho de haber caído sorpresivamente ante Arabia Saudita fue tomado como un tema aislado. Y para poder seguir con chances de soñar con la tercera estrella, es clave dar vuelta la página.
“Iban todos caminando, como en una procesión”, suena en los parlantes de un celular que reproduce estrofas de “Carnaval toda la vida”, un tema de los Fabulosos Cadillacs. El tema no solo marca la presencia de un poquito de Argentina en suelo qatarí. También refleja fielmente el estado de ánimo de los miles de fieles que se acercan al templo donde el equipo de Scaloni intentará cumplir con el primer mandamiento: No perderás.
En las inmediaciones del estadio seguían llegando los fieles. Fieles que ante el menor atisbo de un tema que los ponga a ritmo de tribuna se prende. Por eso no extraña que ante un sonido de trompeta que los transporte al partido, el resto acompaña, se prende y salta sin parar. Porque el partido de la tribuna se juega desde mucho antes del pitazo inicial.
Los fanáticos seguían llegando de todos lados, porque en la “patria que nací, tierra de Diego y Lionel”, las utopías son parte del estado natural. Y si la estadística marca que solo un equipo salió campeón del mundo después de perder su primer partido, hacia esa utopía casi centenaria irán ellos. Porque las rachas son para romperse.
El cancionero de esta "Caravana de la Fe" es variado. Incluye desde las canciones más novedosas, las improvisadas desde Doha, las acunadas en Río y Moscú, y también las más tradicionales. El “Vamos Vamos Argentina” suena en las calles de la capital de Qatar. Y por un rato, uno vuelve a Buenos Aires. Uno se siente en casa. El calor argentino está presente, y va a dejar, como quiere Scaloni con su equipo, “hasta la última gota de sudor” porque la banda "quilombera" no los deja de alentar.