La empresa organizadora disgustada con la AFA habla de "Daño irreparable"
"Comtec Group" está enojadísimo con la Asociación del Fútbol Argentino. Su responsable se dejó ver por el lobby del hotel dónde la Argentina está en Barcelona. Allí, intentaron reflotar el partido, incluso, "apretando" a la asociación de fútbol doméstica. Advierten de un "juicio millonario".
(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) Dentro de la decisión de la Selección Argentina de no viajar a Israel hay muchos actores que exceden a los dos equipos. Uno de ellos es el "Comtec Group", organizador del cotejo en Jerusalén, que abonó casi la totalidad del cachet a la AFA y ahora afrontará un reembolso ante un partido que estaba "sold out".
Uno de sus responsables, Ariel Rebel, se dejó ver por el lobby del hotel "Princesa Sofía", de Barcelona. Su intención fue hablar con Claudio Tapia, presidente de la AFA, y ofrecerle "el oro y el moro" para que el partido se juegue. ¿Traducción? Más dinero, más seguridad, la chance de que la Selección no visite el Muro de los Lamentos y viaje y vuelva en el día, mudar el partido de ciudad. Todo.
Según pudo saber "Doble Amarilla", Tapia no recibió a Rebel. La decisión estaba tomada. Del lado empresarial, hablan de un "daño irreparable" y, una vez más, traduciendo las palabras eso equivaldría a un juicio millonario en perjuicio de la AFA que ya cobró ¿y usó? el dinero por el partido que jamás se realizará.
En su exposición de hoy, Tapia dejó abierta la puerta a futuro de poder jugar con Israel. No fue inocente. La AFA planea "compensar" a Comtec dándole dos partidos en lugar de uno: eso sí, ninguno en Jerusalén. De todas maneras, tal y como contó "Doble Amarilla"; los organizadores querían jugar en Haifa, sabían que ir a Jerusalén era un factor de riesgo, pero la presión de los gobiernos de Israel y Argentina llevó el cotejo a esa ciudad.
En las últimas 72 horas, las crudas amenazas palestinas llevaron a los jugadores de la Selección Argentina a decidir no viajar. La AFA apoyó a sus futbolistas y debió salir a explicar los motivos. Los organizadores, incluso caminando a pocos metros de dónde Tapia justificaba la decisión, por ahora, siguen masticando bronca. En Viamonte saben que, cuando los días pasen, este desplante no les va a salir gratis.