[De la redacción de DOBLE AMARILLA] El presidente de Brasil, excedido en su necesidad de llamar la atención, violó varias reglas protocolares y normas en el desarrollo de la Copa América. La respuesta de Conmebol terminó siendo muy tibia.

Hubieron dos casos de incumplimientos por parte de Bolsonaro, donde la Confederación Brasileña de Fútbol, como organizadora del evento, debería haber intercedido. En primer lugar, en la semifinal frente a Argentina en el Mineirao estuvo realizando una especie de vuelta olímpica saludando a las gradas con una camiseta de Brasil, mientras que el otro caso fue por tener una participación activa en los festejos de la selección de su país en el Maracaná.

Sin embargo, luego de un mes de demora por la espera del fallo, el desenlace fue una burla. La sanción tan temporalmente premeditada terminó siendo un llamado de atención y una multa significativa para la federación de USD15.000. Aquí no ha pasado nada...

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