Ex presidente se refugia en Conmebol, la división en la C y el temor a rajes en AFA
Ex dirigente atrincherado en Asunción; sobrino de un exjuez divide las aguas, el reto de Chiqui a un incondicional y el miedo en Viamonte
Hay un dirigente que en el reparto de posiciones y cargos quedó en el medio, sin el pan y sin la torta. Se trata de Alejandro Marón. Radicado en la CONMEBOL desde que lo designara el "borrado" Luis Segura, el ex presidente de Lanús militó a favor de que la prueba de idoneidad pasara por Asunción, así intentaba frenar al tándem Tapia-Angelici. Marón, obvio, tenía ganas de ser presidenciable. Rápidamente notó que no había agua en la pileta pero quedó a mitad de camino: nadie lo compró en serio. ¿Entonces? Violín en bolsa y se atrincheró en un sillón en Paraguay. ¿Resistirá las embestidas de una AFA en formación? Hmmm...
Históricamente, la "C" siempre estuvo dividida. Por un lado estaba Adrián Zaffaroni, vicepresidente de JJ Urquiza y sobrino del ex Juez de la Corte Suprema de Justicia, que ostentaba el rango de "controler" de la categoría por el sector del Tinellismo. Al menos, siempre jugó para ese lado en la campaña que desembocó en el desastre del 38 iguales. Por el otro, Sebastián Martínetti, presidente de Cambaceres, quien ostentaba la etiqueta de "hombre del riñón de Tapia". Claro, pareciera que, de acuerdo a la flamante conformación del nuevo Comité Ejecutivo, los papeles se hubieran invertido. Porque una vez que se perfilaba Chiqui como presidente, el que viró rápidamente hacia un rol de cuadro de confianza del líder de Barracas Central fue Zaffaroni. El pobre de Martinetti confiaba en que la militancia le daba un grado de seguridad inalterable. Pero... Flor de porrazo se pegó cuando se enteró de que Zaffaroni es el que ocupará un cargo en el nuevo CE. Ahí sí que empezó a refunfuñar y a resoplar por lo bajo. Se sintió traicionado. Y la grieta se profundizó aún mucho más...
Otro que fue frenado y que recibió un coscorrón de parte de su jefe político es Fabián Lovato, el presidente de San Telmo. Al ver que en el reparto de cargos y responsabilidades él no recibió nada, se encargó muy bien de hacer "puchero" en cuanta reunión se hiciera de parte del Ascenso Unido. Hasta que un día Chiqui se cansó y con cara intimidatoria le dedicó un par de frases: "Oíme, hermano. Si hay alguien que no puede decirme nada y al que cada vez que pude le di una mano, sos vos. Así que no jodas, acompañá y dejá de rosquear que es tiempo de laburo...". El titular de San Telmo cerró la boca y sólo la abrió para... respirar. Quiere a todos alineados y gestionando.
En AFA los empleados están muy preocupados. Daniel Angelici está revisando a fondo todos los gastos. Y muchos piensan que con la creación de la Superliga se acaba la función real de muchos de ellos. Ya no tendría sentido contar con varios administrativos cuyas labores giran alrededor de los clubes de Primera División. Por las dudas, muchos de los que se prendían a las actividades de los encumbrados, están viendo con otros ojos a los dirigentes que siempre apostaron por la Superliga. Por eso es normal ver que cuando Brito, Leito, Spinosa, Escribano u otros de ese palo recorren los pasillos de la casa de Viamonte, una nube de empleados los rodea sacándoles conversación de la nada. Todo sea por seguir conservando el trabajo...