Marcelo Bielsa disputará su primera Copa América con el buzo de entrenador de la Selección de Uruguay, una competencia que será fundamental para cortar con las miradas de lado y críticas o ingresar en un nuevo vaivén en el rumbo de la AUF.

La Asociación Uruguaya de Fútbol, con Ignacio Alonso en la presidencia, tomó una decisión muy fuerte con la llegada del ‘Loco’ a la “Celeste” después de la estadía de Diego Alonso y su resonante salida tras el Mundial de Qatar 2022.

Luego de haber quedado eliminada en la fase de grupos por cuarta vez en su historia, los dirigentes determinaron finalizar el vínculo contractual con el entrenador, pese a la insistencia de Diego para continuar con el ciclo del combinado nacional.

En medio de la reelección del mandamás, quienes le dieron mayor importancia por la afinidad del DT argentino con su país vecino.

Tras largas jornadas de negociación y varios partidos de Uruguay con seleccionadores interinos, la AUF tomó la decisión de desembolsar una gran suma de dinero para la contratación del director técnico, ya que

Sin embargo, esta llegada no solo significaba el “nombre Bielsa”, sino una idea más abarcativa de un recambio generacional en la Selección charrúa: la salida de varios líderes, capitanes, jugadores de renombre y referentes. Como por ejemplo Thiago Vecino, Edinson Cavani y Luis Suárez, quien se sumó “por la ventana” a la convocatoria de la próxima Copa América, gracias a su enorme presente en Inter Miami.

Por esto, su arribo no fue solamente futbolístico, sino también estructural, ya que no solo tomó el control de la Mayor, sino que se le dio la potestad para tener intervención con las divisiones menores, como fue dirigir el Sudamericano Sub-23. Esto provocó que ciertas rispideces con empleados y dirigentes con cargos jerárquicos dentro de la organización de juveniles.

Cabe recordar que la Asociación Uruguaya de Fútbol decidió rescindir el contrato de Carlos Nicola, quien era el entrenador de mayor antigüedad dentro del combinado oriental en abril de este año. 

en relación a lo que el técnico argentino pretende establecer en el vínculo contractual con los funcionarios de la Selección Uruguaya que no forman parte de su cuerpo técnico original. 

Por otra parte, si bien Ignacio Alonso tuvo su reelección en la AUF en febrero del 2023 por los próximos cuatro años y fue ratificado como representante de Sudamérica por la Confederación Sudamericana de Fútbol ante el Consejo de FIFA, internamente el fútbol uruguayo siempre está convulsionado.

El campeonato de Primera División estuvo detenido durante todo el mes de septiembre del año pasado, producto de que la Mutual de Jugadores anunció un paro por tiempo indeterminado, por las modificaciones que se debían hacer en el estatuto del jugador. El punto central de esta pausa que se le puso al Clausura fue el aumento de sueldo de los jugadores de la segunda división.

Además, en marzo de este año también sufrió un nuevo parate luego de que durante el partido entre Defensor Sporting y Cerro un proyectil arrojado desde la tribuna impactó en la cabeza del segundo asistente, Julián Pérez, quien sufrió un corte y de inmediato tuvo que ser atendido. Estos reclamos y paros fueron pequeños frentes internos que se fueron abriendo, sumado a su pelea por los derechos de televisación.

Por lo esgrimido, la Copa América pasa a ser una competencia vital para Uruguay, Ignacio Alonso y Marcelo Bielsa debido a que claramente el país necesita buenos resultados y rendimientos, para que esta “revolución” de cambios que realizó Bielsa desde lo institucional, tenga la espalda suficientemente grande para poder continuar.