La selección estadounidense se recuperó de la paliza de 5-1 que le endilgó Colombia el fin de semana anterior. De paso, cortó su racha de 11 derrotas ante los brasileños, al igualar el encuentro de ida y vuelta permanente.

“Obviamente hemos mejorado bastante nuestro desempeño”, dijo el arquero Matt Turner. Y agregó: “Realmente nos habíamos topado con la adversidad y pudimos recuperarnos unos días después. Y en un torneo eso es muy importante, porque no todos los resultados y decisiones van a ser favorables, y hay que ser capaz de dejar eso atrás”.

Ahora, los estadounidenses acumulan un triunfo, el empate del miércoles y 18 derrotas ante Brasil, al que sólo derrotaron en la semifinal de la Copa de Oro de 1998.

Estados Unidos, uno de los seis invitados a la Copa América, abre su participación el 23 de junio frente a Bolivia, antes de medirse con Panamá y Uruguay. Brasil, que no se corona en el máximo certamen sudamericano desde 2007, chocará en la fase de grupos ante Costa Rica, Paraguay y Colombia.

El encuentro atrajo a 60.016 espectadores, en su mayoría seguidores de Brasil, en el Camping World Stadium. Se trata de la mayor afluencia para un encuentro de la selección nacional en Florida.

Brasil se puso adelante cuando Turner envió un largo despeje hacia Yunus Musah. Bruno Guimaraes interceptó con un cabezazo que abasteció a Raphinha, quien sirvió en diagonal hacia Rodrygo para que marcara su sexto tanto con la selección mediante un tiro que venció la estirada del guardameta.

Pulisic fue derribado por João Gomes en la frontera del área y marcó de tiro libre. La pelota traspasó la barrera y venció el vuelo del arquero Allison.

El atacante del Milan llegó a 29 goles en 68 apariciones internacionales.

Estados Unidos jugó de nuevo con los números en los colores del arcoíris, durante el Mes del Orgullo Gay.

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