La octava edición de la Supercopa de Brasil, el trofeo que se disputan el campeón del Brasileirao y el campeón de la Copa de Brasil, fue para Flamengo. El equipo conducido por Filipe Luís ganó 3 a 1 a Botafogo con goles de Bruno Henrique en dos ocasiones y Luiz Araújo. Descontó Patrick. 

Bajo un diluvio, y desde el arranque, el “Mengão” marcó el pulso del encuentro, y cuando apenas iban 13' de juego, Bruno Henrique cambió penal por gol y puso arriba en el marcador a los dirigidos por Filipe Luíz. Apenas 7 minutos más tarde, otra vez Henrique, tras una habilitación de Michael, sacó un potente y precioso remate que se metió en el ángulo del arco defendido por John que nada pudo hacer para el 2 a 0.

Así se fueron al descanso. Tras la reanudación, Flamengo siguió manejando la pelota y el desarrollo del partido. Y tanto lo manejó que cuando iban 83 minutos de juego, Luis Araújo con una definición exquisita puso el 3 a 0 para el “Fla”. 

Cuando al partido le quedaban apenas tres minutos, Patrick descontó para el campeón de la Copa Libertadores, pero el partido era cosa juzgada. Flamengo empezó el año con una alegría.

Alegría para unos y tristeza para otros 

El partido entre los dos equipos cariocas también puso frente a frente a muchos jugadores exponentes del fútbol sudamericano: en el equipo campeón estuvo en el arco Agustín Rossi, Nicolás De la Cruz y Erick Pulgar se repartieron el mediocampo, al tiempo que Gonzalo Plata jugó desde el arranque en la delantera. En el segundo tiempo, además entre Giorgian De Arrascaeta. 

Por su parte en Botafogo jugaron desde el inicio: Alexander Barboza y Mateo Ponte en defensa, mientras que Jefferson Savarino lo hizo en el ataque.

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