El fútbol chileno no logra salir de la crisis en la que está sumido. Hay que tomar lista y armarse de paciencia porque el listado de inconvenientes es bastante largo. A saber: los árbitros encabezaron un reclamo por mejoras salariales en octubre pasado, la selección nacional tiene comprometidas sus chances de clasificar a la próxima Copa del Mundo, sus clubes no protagonizaron los campeonatos internacionales en la temporada 2024, las instituciones de segunda división entraron en conflicto con la Asociación Nacional de Fútbol Profesional y sus categorías formativas sufren, desde hace tiempo ya, el desfinanciamiento por parte de las autoridades.

A fines de noviembre, el organismo informó que no tenía la liquidez suficiente para solventar a las categorías de base y por ello había decidido organizar mesas de trabajos con los clubes para buscar recursos y evitar que miles de jugadores infantiles y juveniles queden sin competición. La intención original de Pablo Milad, presidente de la ANFP, consistía en que las instituciones absorban el 50% de los gastos que se producen en torno al fútbol formativo.

Las instituciones, que en el país trasandino funcionan como sociedades anónimas deportivas, rechazaron esta posibilidad. Por ello, Milad propuso que se lleve a cabo un calendario de transición a nivel formativo, para regionalizar el mismo y así reducir los costos de logística y diagramación, de acuerdo a lo consignado por la agencia EFE. “El financiamiento no será 100% de la ANFP. Recibimos el 50% de los aportes a través de la selección chilena, los sponsors no pagaban lo de antes y nos hemos ido acomodando”, aseguró el máximo dirigente de la ANFP.

Milad, quien señaló que la crisis del seleccionado nacional provocó grandes crisis en las arcas del fútbol doméstico, agregó: “Este año se hará un campeonato de transición, se hará una comisión con los mayores clubes formadores del país, el INAF y la selección chilena para un análisis profundo que permita crear un nuevo campeonato de cara al 2026. Este año tendremos la misma cantidad de partidos, pero más económico y funcional. Estamos buscando la mejor solución para la formación de los jugadores”.

“No se va a mantener el torneo de la misma manera. La propuesta nuestra es regionalizarlo, pero con finales nacionales, buscando que los chicos jueguen con diferentes niveles de equipos y competencia. Esto es más exigente que años atrás, aumentamos en 92% los partidos que se jugaban antes. Vamos a mantener las categorías, no habrá fusión”, comentó Milad.

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La postura de los clubes ante la crisis del fútbol formativo

Dentro de este contexto, la Universidad de Chile se mostró en contra de la propuesta original de que los clubes absorbieran el 50% de los gastos del fútbol formativo y propuso la alternativa de fusionar categorías para que los torneos pudieran continuar, pero con el costo de dejar a 2.000 jugadores infantiles y juveniles sin equipo. 

Tanto la U como otros clubes se negaron rotundamente a destinar el 1% de los derechos televisivos a la financiación de los campeonatos formativos.

La respuesta de Milad contra los clubes de segunda división

“Le hemos dado la libertad a la Segunda División Profesional para decidir por sus bases, las que no se han modificado en el Consejo de Presidentes. Hoy quieren cambiarlo para una regla sub-23, a lo cual accederemos según lo que decidan, pero poniendo los pies en la tierra y buscando lo mejor para el fútbol chileno”, remarcó el principal dirigente de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional de Chile.