Oficial: las finales de Copa Libertadores y Sudamericana se jugarán sin público
Así lo definió Conmebol tras mantener reuniones con AFA y la Confederación Brasileña. Dejaron en claro que es como medida de seguridad por los efectos de la pandemia. En el primer caso se disputará en el estadio Maracaná, mientras que el segundo en el Mario Alberto Kempes.
La Conmebol definió junto a la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) y la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) que las finales por Copa Libertadores y Sudamericana se disputarán sin público, en el marco de la pandemia del coronavirus.
Hubo una charla entre el titular de la Confederación y los líderes de cara Federación, Alejandro Domínguez, Claudio Tapia y Rogério Caboclo respectivamente. También dijeron presente algunas autoridades del gobierno de Córdoba y de Río de Janeiro. Acordaron como medida de seguridad tener finales internacionales sin público, como medida de prevención por el avance de la pandemia en la Región.
"La CONMEBOL apostó desde el inicio de la pandemia a lograr el retorno del fútbol, pero en un marco de seguridad, priorizando la salud y la integridad de todos los miembros de la familia del fútbol sudamericano, desde jugadores hasta hinchas, pasando por empleados y periodistas. La decisión de llevar a cabo el partido decisivo de este torneo continental es coherente con esta visión", expresó la entidad sudamericana en un comunicado.
Lamentablemente las consecuencias del virus complican el normal desarrollo de las actividades deportivas. Y si bien por el momento los torneos son realizables, las autoridades todavía ven con dificultad el ingreso del público a los estadios. Algo similar ocurre cuando analizan la próxima Copa América, que la organizarán Argentina y Colombia. Y si bien reafirman la intención de disputarla este año, tampoco aseguran que pueda ser con espectadores.
Ambas serán finales únicas y en estadios neutrales. La Sudamericana se disputará el 23 de enero en el estadio Mario Alberto Kempes, Córdoba; mientras que la Libertadores será el 30 de ese mes en el estadio Maracaná, Río de Janeiro.