Tras la conflictiva salida de Costas y la llegada de Zago, Bolivia se juega mucho más que un resultado positivo en la Copa América
La “Verde” intentará de una vez por todas escaparse del fondo en el certamen continental que se disputará en Estados Unidos, comenzar a consolidar un proyecto futbolístico y dejar atrás las diferencias que mantienen sus dirigentes puertas adentro de su Federación que incluyen discusiones que van desde decisiones arbitrales hasta la localía para el combinado nacional. De la mano del brasileño Antonio Zago pero ya sin Marcelo Moreno Martins como gran estandarte, el equipo del altiplano quiere reencontrarse con los grandes reflectores tal y como sucedió en Estados Unidos pero 1994.
En este 2024 se cumplen 30 años de la última gran irrupción internacional de Bolivia en el fútbol grande. La “Verde” participó por tercera y la ultima vez en su historia de un Mundial precisamente en Estados Unidos. En aquella oportunidad, Bolivia integró el Grupo C junto a las selecciones de Alemania, Corea del Sur y España. Fue un grupo difícil, con equipos de gran nivel y experiencia en torneos internacionales.
El primer partido de Bolivia en la cita mundialista fue contra Alemania. A pesar de un gran esfuerzo, la selección boliviana cayó derrotada por 1-0. Aunque no lograron sumar puntos en ese partido, demostraron una gran actitud y determinación en el campo de juego.
En el segundo partido, Bolivia se enfrentó a Corea del Sur. Fue un encuentro muy disputado, pero finalmente el resultado fue un empate 0-0. A pesar de no conseguir la victoria, el equipo boliviano mostró una sólida defensa y logró sumar su primer punto en el torneo.
El último partido de la “Verde” en el Mundial fue contra España. Fue un partido muy emocionante, en el que ambos equipos mostraron un gran nivel de juego. A pesar de un esfuerzo notable, Bolivia no logró evitar la derrota y perdió por 3-0.
A pesar de no haber logrado avanzar a la siguiente fase del torneo, la participación de Bolivia en el Mundial de 1994 fue histórica. Fue un momento de orgullo para el fútbol boliviano y dejó una marca en la historia del deporte en el país.
La participación del equipo del altiplano en el Mundial de 1994 tuvo un impacto significativo en el fútbol del país. Generó un aumento en el interés y la pasión por el deporte, así como también motivó a jóvenes futbolistas a seguir sus sueños y aspirar a representar a su país en competencias internacionales. Además, la experiencia de jugar contra equipos de renombre mundial y competir en un escenario tan importante como un Mundial, ayudó a mejorar el nivel y la calidad del fútbol boliviano.
Pero, desde aquel momento todo es nostalgia y caída tras caída para el equipo del altiplano. La “Verde” se convirtió en el rival “fácil” del proceso de Eliminatorias y su arma letal “la altura de La Paz” fue cada vez menos eficiente e incluyó goleadas en contra por parte de Brasil y Argentina en el mítico Hernando Siles.
Una nueva oportunidad
Lo cierto es que Bolivia tendrá nuevamente en Estados Unidos, así como sucedió en 1994, la posibilidad de inmiscuirse entre los grandes del continente y volver a quedar bajo los grandes reflectores del fútbol a nivel continental.
De la mano del experimentado entrenador brasileño Antonio Zago, quién encabezó una buena renovación del plantel pero sin la presencia de su máxima figura, Marcelo Moreno Martins quién colgó los botines hace algunos meses, Bolivia tiene una cita con la historia y esperará no dejarla plantada.
Un buen papel en el certamen continental le valdría a la “Verde” un enorme espaldarazo de cara al Mundial 2026, donde si bien marcha en el último lugar de las Eliminatorias todavía sueña con llegar.
Un cúmulo de problemas: Amaños, suspensión de la liga, paro por falta de pago, denuncias por abuso y un juicio con Gustavo Costas sin resolver
Desde agosto del año pasado, la Federación Boliviana de Fútbol vive en estado de convulsión casi permanente y el fútbol boliviano atraviesa un momento crítico.
Todo comenzó tras el inicio de una investigación por apuestas, impulsada desde la propia Federación y que llevó a la detención de una persona a la que le encontraron varios vínculos bancarios con árbitros, jugadores y hasta, presidentes de clubes.
El titular de la Federación, Fernando Costa, dio una conferencia de prensa confirmando la situación y admitiendo que las pruebas son "gravísimas". A partir de ello se decidió la suspensión del torneo de Primera y Segunda División.
Luego de más de un mes de presentación de pruebas y contrapruebas, la FBF decidió retomar la actividad “normalmente”. Sin embargo, durante ese período de tiempo sin partidos oficiales, varios clubes dejaron de cumplir con sus obligaciones y sus jugadores realizaron varias medidas de fuerza incluyendo paro de actividades.
El mes pasado, la Justicia le dio lugar a una denuncia contra el mandamás de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF), Fernando Costa, quien fue apuntado por ser presunto acosador sexual de la esposa de Noel Montaño, quien hace días dijo que el directivo le pagó U$S 7.000 a un árbitro para evitar el campeonato de The Strongest en 2021.
Después de que los equipos cruceños presenten propuestas para conformar una comisión de árbitros, la creación de la oficina COMET, régimen sanatorio de los árbitros, celeridad en los procesos, socialización de la normativa FBF y sanciones para los amaños de partidos, ahora se supo que la esposa del ex presidente de ACF demandó a Fernando Costa por acoso sexual.
Como si todo eso fuera poco, hace menos de 15 días, el Tribunal de Arbitraje (TAS) le dio la razón a Gustavo Costas, ex DT de la “Verde” que había demandado, a través de sus asesores letrados, a la FBF por su despido y el incumplimiento en el pago de sueldos tanto a él como a su cuerpo técnico.