Deportivo Cuenca de Ecuador atraviesa un flojo momento a nivel deportivo y sobre todo a nivel institucional y el encargado de ventilar la situación fue el delantero argentino, Pablo Magnín. 

El ex delantero de Tigre brindó una entrevista a un medio ecuatoriano tras el empate de su equipo a manos de Emelec en un amistoso organizado en Estados Unidos y explicó: “Una vergüenza. Hace tres días que no entramos y hace dos que comemos y descansamos mal debido a la mala organización del viaje. Nos hicieron hacer este vuelo a los tumbos”.

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Y sumó: “En redes sociales nos muestran a todos felices, pero no es así. La estamos pasando muy mal: ayer tuvimos que pedir pizza y Coca Cola por delivery”. 

Para pedir encarecidamente: “Hay que mejorar en el tema dirigencial. Uno pone la mejor cara, pero estas cosas hay que organizarlas con más tiempo. Así no se puede, no vino nadie del cuerpo técnico. Esto es inadmisible”.

Hace algunos meses, otro futbolista argentino, Lucas Mancinelli también había ventilado el mal momento del Cuenca: “Acá hay chicos que cobran poco, a veces no van a la tarde al gimnasio porque no tienen para comer. Te dicen si voy al gimnasio no como. Sabes lo que es que vengan y me pidan plata como capitán, porque el club ni siquiera da una respuesta. La presidenta no responde, esto es un puterío”.