Lo esperan muchos dirigentes del interior, ya ubicados en la mesa del quinto piso, donde habitualmente se reúnen. Pero Juan Pablo Beacon, el flamante presidente del Consejo Federal, se acomoda en su nuevo sillón. Y no esquiva nada. Ni siquiera a los llamados de sus pares, quienes le envían mensajes de whatsapp para preguntarle cosas. Anticipa que en las próximas horas “habrá reuniones por el tema de seguridad y transporte, que son urgentes” y que “se fundaran 16 sucursales del Consejo Federal en el país”. También analiza el marco político actual y está convencido de que “muchos compraron el discurso de Tinelli, pero yo por suerte nunca lo hice”. Sin pelos en la lengua...

-¿Le sorprendió su nombramiento como presidente del Consejo Federal?

-Yo vengo siguiendo un camino con Pablo Toviggino, que lo empezamos hace un año y medio. Y fue con convicciones muy firmes. Queríamos llegar a formar un Consejo Federal de puertas abiertas e inclusivo, que era todo lo contrario a lo que estábamos acostumbrados los dirigentes del interior. Antes era conservador y anacrónico, costaba entender. Yo vengo desde la Federación Patagónica siguiendo el camino con Pablo. Y la verdad que todo fue complicado porque él tiene una capacidad política y una inteligencia increíble, sorprende a cualquier persona. Mi meta era seguir estando al lado de él, donde sea que me necesitara. Todos dentro de este espacio (los que seguimos a Tapia) nos identificamos con Toviggino y lo consideramos un líder. Cuando me dijo que necesitaba que yo sea su reemplazante, sabiendo lo que significa este lugar para él y con el potencial que tiene, fue un orgullo tremendo. No me lo esperaba y espero estar a la altura.

-¿Cómo era el "otro" Consejo Federal?

-Toviggino siempre dijo que la gestión de Grondona es irrepetible. Pero ni por lo bueno ni por lo malo: por la situación política. Una persona omnipotente que estaba en todo, con virtudes y defectos, esa es una AFA irrepetible. Y si lo consideramos así, también lo era el Consejo Federal. Ese Consejo era particular, porque siempre fue visto como una oficina absolutamente dependiente del tercer piso (Grondona), donde había poco margen de decisión y autonomía en todos los sentidos, donde se ejercieron políticas muy nocivas a los verdaderos integrantes del fútbol federal que son las ligas.

-¿No eran buenos los torneos del interior?

-Los torneos multitudinarios del Federal B, del Federal C... Lo único que han hecho es destruir clubes y ligas, porque a la mayoría los obligaron a jugar torneos inviables desde lo económico. Y todo eso terminó en una crisis muy grande. En eso tienen que ver las políticas que se usaban y, encima, hay que añadirle que la atención dentro del Consejo era conservadora. Ahora nosotros estamos armando algo que fue idea de Toviggino: abrir oficinas del Consejo Federal en 16 puntos del país, como sucursale. Eso es renovación, cambiar las cosas de raíz. 

-Hace poco Toviggino dijo en Doble Amarilla que el interior fue clave para que Tapia sea el presidente, ¿coincide?

-Absolutamente. Por eso gana Tapia. Nosotros arrancamos con este cambio radical y hoy Toviggino es un líder natural para todos los dirigentes del interior, una personalidad a seguir. El buscaba la puerta que habilitara a todos estos cambios. Y la respuesta la encontró en Tapia, no la encontró ni en Segura y mucho menos en Tinelli. Yo tuve una reunión con Marcelo como presidente de la Federación Patagónica... Dijo que conocía el interior como la palma de su mano. Y realmente ni siquiera conocía el fútbol de Bolívar. Nos quería hacer creer que sabía al dedillo todo lo de la liga pero no tenia ni idea de lo que era el Consejo. Igualmente eso produjo muchas divisiones porque algunos le creyeron ese discurso. Fuimos pocos los que no lo hicimos.

-¿Usted cree que ahí estuvo la división entre Segura y Tinelli?

-Claro, Tinelli te sale con esto y algunos compran, es un tipo más seductor que Segura. Luis quizás era más parco pero con mucha experiencia dirigencial, porque fue un verdadero dirigente. Segura fue honesto y dijo “yo no conozco el interior, pero delego todo en quien sabe”. Y a partir de un pedido de Tapia, porque Toviggino no tenia trato con él, le da la posibilidad a Pablo de que empiece a manejar el Consejo Federal y haga los cambios necesarios. Hoy muchos en el interior coinciden en que lo que se hizo fue histórico, en todos los aspectos, a pesar de que todavía falta un montón.

-Dada la admiración que siente por Toviggino, ¿le va a resultar difícil sustituirlo?

-Reemplazar a alguien que se transforma en referente es difícil, pero apuesto a hacerlo lo mejor posible y siguiendo este camino que dejó. Que es muy claro y que sólo me queda seguirlo a rajatabla. 

-Deme un ejemplo de ese camino...

-Hoy el Consejo tiene a un dirigente sentado en la mesa más chica de AFA y eso es histórico. Te diría que es el mayor logro de Toviggino. Ya no somos una oficina postergada sino que nos convertimos en protagonistas del ámbito político de la Asociación del Fútbol Argentino.

-En AFA dicen que cuando la asociación estaba quebrada, el Consejo Federal seguia dando superávit...

-Era así, pero eso parte de una situación que no nos enorgullece mucho, aunque suene raro decirlo. Dábamos superávit porque tenemos que organizar el único fútbol que aún paga para jugar, que es el fútbol del interior. No nos enorgullece cobrar aranceles, pero realmente en una estructura de 3200 clubes y 220 ligas, cuando la AFA estaba parada, nosotros seguimos desarrollando torneos como el Federal C (con más de 300 equipos) y un Federal B (con 180)... Se siguieron produciendo dos mil partidos federados por fines de semana. Pero para todo el mundo el fútbol estaba parado.

-¿Y autocrítica?

-No hicimos las cosas mal pero como dijo Tapia: hay que refundar la AFA y el Consejo no está ajeno a eso. Ahora hay una coyuntura más favorable para hacerlo,. Y más si tenemos el apoyo del presidente y de Toviggino. Tenemos que autoabastecernos, manejamos un millón de jugadores afiliados y poseemos ese potencial con el respaldo necesario. Queremos llegar a lograr que el fútbol del interior deje de ser la excepción y deje de pagar para jugar. Pero hay que trabajar entre todos en conjunto para suplir estas cuestiones con otras.

-Recién dijo que Tinelli vendió que conocía el fútbol del interior y varios lo compraron. ¿Cómo se dieron cuenta después de que no era así? ¿O cree que algunos siguen creyendo en su proyecto?

-Particularmente yo venía de una federación como la Patagónica, que estaba en bloque. Y después de esa reunión muchos se dividieron. Sacando la mía y la de Cordoba, las otras diez se fueron con él y no es raro decir que compraron eso por lo que significa Tinelli. Tiene mucha capacidad, es muy famoso y para nosotros -que somos del interior- son situaciones raras. Alguno hasta se habrá obnubilado: somos del interior, nos llevan a un hotel cinco estrellas, nos dan vino de trescientos pesos y nos cuentan esas historias. Alguno iba a creer en eso, era normal que uno pueda comprar ese discurso. Yo nunca le creí y siempre seguí el mismo camino con Pablo. Lo que pasó después es mérito del trabajo de Toviggino, de captación y de convencer a los dirigentes con hechos. Y así muchos que trabajaron abiertamente para el proyecto de Tinelli hoy trabajan a la par nuestra. Actualmente existen tres o cuatros delegados federales que eran abiertamente personas que lo apoyaban en su proyecto, dos de los secretarios que están en este Consejo Federal fueron también de ese proyecto y me parece que la decisión de Pablo de tenerlos es buena, porque entendió que estas personas realmente lograron entender que el problema del interior es común a todos.

-¿Es clave la unidad del interior para ir consiguiendo cosas?

-El Consejo Federal es particular, no había antes un grupo que defendiera los intereses colectivos de la categoría y sólo defendían los propios. Y eso lo notamos, además de ver que el Federal A, a pesar de ser la tercera categoría del fútbol argentino del Interior, no generaba un solo centavo genuinamente. Mientras se notaba que la B Metropolitana, organizadamente y en conjunto, había conseguido hasta comercializar el torneo vendiendo los derechos audiovisuales. Y a la C y la D les subvencionean el tema de la policía y les dan pelotas. Entonces Toviggino crea la mesa del Federal A para que elijan desde qué torneo quieren jugar hasta otras cosas. Pero para cobrar la misma plata que la B Metropolitana por ser más equipos, tienen que descender 12 equipos. Pero es decisión de ustedes. Si creen que lo mejor es vender los derechos, vayan en bloque a tratar de hacerlo. Pero para eso se necesitaba un espacio que esté legitimado. Por eso se creó, se les dio el espacio y ahora se está trabajando de esta manera. Aunque no va a ser un cambio rápido, es algo que va a llevar tiempo.

-¿Qué cosas se vienen en lo inmediato?
-Gestión, gestión y gestión. Por ejemplo mañana,11 de mayo, tenemos una reunión con la gente de seguridad para tratar de abaratar costos, porque es una de las cosas en la que más gastan los clubes. Además nos vamos a juntar con una importante empresa de transporte para tratar de subsidiar los viajes, porque nosotros hacemos un millón o más de kilómetros por año y no tenemos ningún beneficio. La idea es que la categoría empiece a tener logros en conjunto. El Federal A es la categoría insignia, en la que tenemos clubes muy importantes... De los más importantes del país.
-¿Cual es hoy la mayor urgencia del Consejo Federal hoy?
-Con respecto al Federal A hay un montón de urgencias. Está por terminar un campeonato, falta un mes y medio para que termine la temporada y habrá que barajar y dar de nuevo. Creo que hay un avance para hacer un torneo que se divida en cuatro zonas e ir paulatinamente buscando llegar a un número que estaría entre los 24 o 28 equipos, en cuatro o cinco años. El Federal B tiene cuatro ascensos y hay que ver los descensos de la B Nacional. Por eso hay que sentarse con los clubes para saber como se jugará lo que viene, tratar de profesionalizarlo más.
-¿Cuáles son las quejas más recurrentes de las ligas?

-La seguridad y el transporte. El primero es provincial por eso tendremos una reunión con el Consejo de Seguridad, que abarca todo el país, para plantear nuestro problema. Sobre todo porque ellos son parte de un Consejo Federal que invierte en seguridad en más de dos mil partidos por fin de semana. Entonces, si entienden esto, no tengo dudas de que van a intentar colaborar y solventarán de alguna forma la seguridad.
-¿Y el transporte?

-Parece más fácil. No tengo dudas de que hay empresas en el país que quieren apuntalar un negocio así. Pedimos sólo un kilometro subsidiado. Hoy los clubes lo pagan 40 pesos pero con la cantidades que se recorren en el Federal B se puede conseguir a no más de veinte pesos.
-¿Porque el Consejo Federal tiene que pagar sus botines, pelotas, camisetas...? ¿Cómo hacen para sobrevivir?
-Es un ingenio histórico y una costumbre. Lo de las pelotas es un tema a revisar ya, no porque estemos en contra de la oficial y la marca... Pero si estamos presos de un contrato que se firmó hace mucho, que sigue vigente y que a nuestro entender es bastante perjudicial para el Consejo. Porque además de imponernos el monopolio de la venta a los clubes, que encima pagan un arancel, les imponemos una con la que tienen que jugar y que no es barata, porque las hay y de igual calidad. Además, el Consejo Federal no obtiene ningún beneficio por usar su imagen y por ser una pelota oficial. Si lo tuviese es revisable, pero así es insostenible. Hay una marca que tiene derecho para comercializar una pelota en forma exclusiva y por eso no recibimos un solo centavo de rédito. Es un problema que estamos revisando.
-¿Por qué cree que se firmó un contrato así?
-La marca está hace mas de diez años y nunca favoreció en nada al Consejo Federal ni a la AFA. En ese concepto, es llamativo. Nosotros ya citamos al representante de la firma y estuvimos analizando la situación. El entiende nuestro planteo y hasta se puede charlar, porque el problema no es la pelota sino el contrato en sí. Pero se va a solucionar. Todo en el Consejo Federal se va a solucionar a la larga. Sólo necesitamos tiempo, transparencia y gestión. Y así vamos a salir a flote. Te lo aseguro.