Darío Silva: "Nosotros queremos administrar y gestionar a Ferro de una forma diferente"
Es el candidato a presidente por el espacio opositor "Primero Ferro". Es el suegro de Marcos Acuña, aunque prefiere no involucrarlo en la campaña. Reconoce algunas virtudes en el oficialismo, pero asegura que las últimas cuestiones fueron malas y que "Oeste" necesita un cambio. "No creemos que haya que eliminar lo que hizo el otro, planteamos una continuidad", asegura.
El Club Ferro Carril Oeste tendrá elecciones este domingo 17 de septiembre y Doble Amarilla entrevistó a los dos candidatos a presidente que tienen la aspiración de conducir al club por los próximos tres años.
Darío Silva es candidato a presidente por el espacio opositor “Primero Ferro”. Lo acompañan en la fórmula María Inés Canabal como candidata a vicepresidenta primera y Alejandro López Mieres a vice segundo.
Silva vivió parte de su vida en el exterior y en 2004 volvió a la Argentina. Ya en ese entonces se involucró en la vida de Ferro con un único objetivo: sumar socios que ayuden al club a salir de la quiebra y el control del órgano fiduciario para que “Oeste” volviera a ser administrado por los socios.
En diálogo con este medio, reconoce virtudes de la actual dirigencia, pero también marca errores vinculados al funcionamiento institucional y el manejo de la comunicación. Advierte que la quiebra aún no fue levantada en su totalidad y señala desmanejos a la hora de llevar adelante la construcción de la tribuna local.
"No creemos que hay que eliminar lo que hizo el otro, planteamos una continuidad. Simplemente decimos que las obras hay que licitarlas y publicarlas, que todo lo que sea gastos e inversiones sean publicados, documentados e informados ante los socios", asegura.
Doble Amarilla: ¿Qué le genera ser el único candidato a presidente de la oposición luego de que en la última elección hubiera lista única?
Darío Silva: La última elección fue un poco rara, complicada, porque fue durante la pandemia. La mayoría de los clubes la postergaron ante la imposibilidad de ir a votar, pero acá se hizo. Y tampoco es fácil organizarse para hacer una agrupación y planificar las acciones, mucho más si no es presencial. Me uní a Primero Ferro hace dos años convencido que es un espacio en el que hay que estar. Hay socios genuinos de Ferro, gente que quiere al club y que participan de las actividades deportivas. Tenemos una plataforma muy buena y completa donde se dice claramente qué pensamos y qué queremos. Queremos una comisión directiva participativa y que no haya manos alzadas solamente para ratificar decisiones que ya se habían tomado.
DA: ¿Qué lo llevó a alejarse del oficialismo después de compartir parte de la primera gestión?
DS: Cuando volví a Buenos Aires, en 2004, me sumé a la comisión coordinadora de Ferro y realicé una propuesta de recaudar fondos para salvar al club de la quiebra. Un poco en broma a veces digo que fui el Maratea de esa época, porque conseguimos que 1.000 socios pusieran $100 cada uno, que hace 20 años era muchísima plata, y con eso compramos una parte de la quiebra. Yo seguí trabajando en este comité hasta que después se le devolvió el poder del club a los socios. Participé de la primera comisión directiva y luego me distancié por diferencias en algunos manejos.
DA: ¿En qué situación se encuentra Ferro? Siempre en el ascenso se habla de un gigante dormido que no logra despertarse…
DS: Cuando uno va a algún partido, evento o viaja afuera del país todos te preguntan lo mismo: “¿Qué pasa con Ferro?”. Y todos después te dicen lo mismo, te recuerdan a (Carlos Timoteo) Griguol y a los campeones de la década del 80 que marcaron una época. Yo te diría que más que un gigante dormido, Ferro es un gigante medio desmayado. Que después de 20 años la expectativa haya sido jugar apenas dos reducidos, es lo mismo que nada.
DA: ¿Cómo está Ferro con el proceso de quiebra? Hubo entredichos entre ustedes y el oficialismo. La oposición dice que no se levantó definitivamente y la actual dirigencia plantea lo contrario…
DS: Vi que sacaron un comunicado, se ve que Daniel (Pandolfi) y Guillermo Bameule se enojaron, pero lo que pusimos nosotros es cierto. No está levantada porque no se hicieron los edictos y no está el trámite terminado. Es más, en una entrevista que le hicieron a Pandolfi, aparece su propio vicepresidente aclarando que todavía faltan algunos juicios. En vez de enojarse, lo que hay que hacer es informar, porque todos los socios creen que la quiebra se levantó en 2014. A mi me gusta ser claro y creo que el socio tiene que estar enterado de todo, y sobre todo con los medios de comunicación que hay a disposición.
DA: Otro tema que genera controversia es la construcción de la tribuna local...
DS: Nosotros queremos administrar y gestionar a Ferro de una forma diferente. Incluso cuando reconocemos cosas de la actual dirigencia. Nadie va a negar la cantidad de obra que se hicieron, el club ha crecido mucho en cuanto a infraestructura, no se puede no reconocer. Pero también la infraestructura tiene algunos problemas de mantenimiento y habilitaciones que hay que solucionar. La tribuna tendría que haber estado lista hace cinco años. La dirigencia se queja por la demora del Gobierno porteño para habilitar la construcción, pero es una obra que tendría que haber terminado hace años. Y sobre el derrumbe, hay que agradecer que no hubo víctimas fatales. Y un tema no menor: el día anterior, debajo de esa tribuna, se hizo la asamblea de socios. No hay que pelearse con la situación, cuando no podes cambiar algo, hay que hacer lo que hay que hacer y seguir adelante. De ganar nosotros el domingo, vamos a agilizar todos los trámites para acelerar la construcción.
DA: ¿Qué medidas piensa tomar como presidente en caso de que gane las elecciones?
DS: Nosotros no creemos en la idea de barrer con todo lo que se hizo antes. Vamos a evaluar todas las áreas e iremos evaluando acción por acción. No creemos que haya que eliminar lo que hizo el otro, planteamos una continuidad. Simplemente decimos que las obras hay que licitarlas y publicarlas, que todo lo que sea gastos e inversiones sean publicados, documentados e informados ante los socios. Hoy la rendición de cuentas no se comunica bien en el club y uno no puede saber si el club va en buen camino. Sabemos que Ferro tiene un déficit operativo importante y que hay juicios pos quiebra que resolver. No se puede acharar todos los juicios a la dirigencia actual, pero sí hay juicios propios por malas contrataciones.
DA: ¿Cuál es su visión del fútbol profesional? ¿La idea es que siga Christian Bragarnik?
DS: Es una buena pregunta, porque el contrato que hay con Bragarnik es confidencial. En la asamblea previa al derrumbe de la tribuna, el vicepresidente del club nos gritó “¿Qué más quieren?" cuando nos leyó una parte del contrato. Lo que quiero es que me muestren el contrato. La dirigencia actual tiene la mala costumbre de no contestarnos los pedidos o de citarnos a ver el contrato de manera privada, algo que está mal. Si me lo muestran a mi, también se lo tienen que mostrar a loas 15.000 socios. Lo que sabemos hasta ahora es que el contrato sigue hasta que una de las dos partes no quiera continuar. Con Bragarnik personalmente no tengo nada, es un empresario del fútbol y es un negocio, pero Ferro tiene que saber qué firma y qué hace cumplir. No nos ha ido muy bien con él en el asesoramiento. Un ejemplo fue Lucas Souto, que se fue mal del club por una falta de acuerdo económico. Ese chico terminó jugando en Defensa y Justicia y ahora está en Huracán con un contrato que tiene una cláusula incluida. Es un jugador del club que Ferro perdió. Y así hay varios ejemplos más.
DA: ¿Cómo sería la relación de Ferro con la Asociación del Fútbol Argentino (AFA)?
DS: La relación actual de Ferro con la AFA es muy liviana. Pandolfi dice que ahora está en la mesa, pero no se ve su participación. Y no hablo de patear escritorios, es ir, sentarse, conversar, analizar los temas y proponer. Nosotros tenemos que tener una relación muy fluida, tanto con el presidente Claudio Tapia como con el resto de los integrantes. Tiene que ser de un ida y vuelta, porque a nadie escapa de lo importante que es que un club participe. AFA ha mejorado muchísimo en instalaciones, funcionamiento y presupuesto. Esta gestión apostó por (Marcelo) Tinelli… Y no es un reproche, pero lo que hay que hacer, es acoplarse con la actual conducción. Conocí AFA en 2017 y te puedo decir que el cambio a esta fecha es abismal.
DA: ¿Cómo es su relación con Marcos Acuña? ¿Le pidió que lo ayude en la campaña?
DS: Nosotros no hemos la figura de Marcos en ningún momento. Quizás seamos ingenuos políticamente, pero lo que queremos es que el socio nos vote por nuestro proyecto y no por otra cosa. Obviamente que Julia -su hija- y Marcos apoyan lo que estamos haciendo. Cuando estuve en España me firmaron el aval para que pudiera presentar mi lista. No quise involucrar el nombre de Marcos porque no creo que corresponda. Tenemos un equipo de profesionales en cada área que puede responder por nuestros actos. Esta dirigencia, por ejemplo, tiene a un médico de tesorero. Nosotros tenemos profesionales con mucha experiencia en la gestión y queremos que nos elijan por esto.
DA: ¿Le ven algo bueno para destacar a esta dirigencia?
DS: Desde 2014 a la fecha hay un crecimiento innegable en infraestructura, y es muy bueno. Es lo que nos dio la posibilidad de crecer en actividades y cantidad de socios. Antes para jugar al hockey de local tenías que transportarte a otro lugar. Nosotros queremos que eso siga siendo así. No estamos de acuerdo con el programa general de infraestructura. Ahora por ejemplo para hacer un colegio secundario van a tener que quitarle espacio a la sede. Lo que queremos es que haya más planificación a largo plazo. También ha faltado mantenimiento, pero siempre tenés una pata renga. En Ferro veníamos del quinto infierno con la quiebra y el órgano fiduciario, así que el cambio en ese sentido es muy grande.