Detuvieron a los dos jugadores que habían amenazado a rivales con armas de fuego
Los futbolistas Iván Radicci y Pablo Ferrero fueron apresados este mediodía. Días atrás, se viralizó un video en el que amenazaban a fanáticos de otro equipo.
Los jugadores del Club Bella Vista de Córdoba, Iván Radicci (23) y Pablo Ferrero (33), fueron detenidos este mediodía. Ambos forman parte del plantel de Primera y en los últimos días fueron noticia porque se viralizó un video en el que amenazaban a hinchas rivales.
La fiscalía, a cargo de José Mana, los había imputado por el delito de “amenaza y tenencia de armas de fuego”. Ambos se encontraban prófugos. Antes de ser capturados, trascendió que tenían la intención de presentarse ante las autoridades tras pasar 24 horas prófugos, ya que pesaba sobre ellos una orden de detención.
Junto a sus abogados, los jugadores grabaron un video en el que manifestaron que se trató de una broma interna "que se fue de las manos". Los acusados aseguraron que “no quisieron hacerle daño a nadie” y señalaron que se pusieron a disposición de la Justicia a la espera de que su abogado les indique "los pasos a seguir".
Por otro lado, la Liga Cordobesa de Fútbol (LCF) decidió suspenderlos de por vida a Radicci y Ferrero de competencias oficiales organizadas por la entidad.
Luego de la detención, María José López, secretaria del fiscal interviniente, aseguró a los medios que uno de los dos jóvenes posee antecedentes penales, pero no detalló de quién se trata. "Se los va a notificar de la detención y se les va a notificar el delito”, expresó.
Los jugadores, por su parte, se mostraron arrepentidos de lo acontecido y a través de un nuevo video expresaron sus disculpas: “Estoy con mi compañero Iván, yo soy Pablo. Estamos haciendo este video para pedir disculpas a la gente, para hacerles saber que no es como piensan”, dijo Ferrero.
El caso se volvió viral en las redes sociales entre el domingo y el lunes último, cuando se difundió el video en el que ambos se mostraban encapuchados y con armas de fuego en la mano, enviando mensajes intimidatorios a sus rivales de ese fin de semana y a simpatizantes de otros equipos de la categoría. En un primer momento se pensaba que eran barras del club que lleva el nombre de su barrio, Bella Vista, aunque la investigación determinó quiénes eran los responsables, que reconocieron su autoría.