Jugó en Independiente y San Lorenzo, es un ídolo del Ascenso y estuvo en 20 equipos diferentes
Es uno de los grandes símbolos de las categorías de ascenso, más allá de haber jugado en dos de los cinco grandes del fútbol argentino.
Si hay un símbolo del Ascenso en la Argentina, ese es Adrián Czornomaz. El “Pirata” fue un delantero temible, es el máximo goleador de la historia de lo que hoy es la Primera Nacional y desarrolló una carrera en la que incluye haber jugado en Independiente y San Lorenzo, además de un paso por 20 clubes -algunos de los cuales vieron más de un ciclo suyo con esos colores- y recuerdos por doquier con cada una de sus camisetas.
Una vez que colgó los botines, el "Pirata" se mantuvo dentro del mundo del fútbol, un lazo que de tan fuerte se volvió indestructible. Con el buzo puesto, tuvo pasos como entrenador en Atlético Tucumán, Fénix y Talleres de Remedios de Escalada, aunque en el medio también dirigió a la Reserva de Gimnasia, fue ayudante de campo de Madelón en Unión, trabajó junto a Zielinski en Estudiantes en el año 2022.
Hasta final del año pasado se desempeñó como entrenador de Argentino de Quilmes, elenco que milita en la B Metropolitana y que no pudo ascender a la Primera Nacional. Todos dan por sentado que nuevamente lo veremos por alguna cancha del ascenso. Fiel a su costumbre.
La historia de Adrián Czornomaz
El “Pirata” fue un trotamundos del fútbol. Jugó en veinte equipos de cinco países distintos y se destacó en el ascenso argentino, al punto tal de ser el goleador histórico de la Primera B Nacional con 160 tantos.
Como una premonición, el Pirata surgió del fútbol de los sábados. Se destacó en Argentino de Quilmes y rápidamente dio el salto a Primera, para salir campeón con Independiente en aquella extraña temporada 1988/1989 en el que todos los empates se definían por penales.
Sin demasiadas oportunidades siguió su carrera en Chile, jugando para el Cobreloa, y más tarde volvió al país para defender la camiseta de San Lorenzo. Otra vez sumó una corta estadía en Primera, una nueva escala en el exterior, un primer contacto con la B Nacional como jugador de Banfield y el último regreso a la máxima categoría, para sumar sólo siete partidos en Belgrano de Córdoba en 1993.
A partir de entonces Czornomaz, víctima de la variedad de pronunciaciones que los relatores le daban a su apellido, peregrinó con éxito por el fútbol del ascenso alternando, en ocasiones, fugaces transferencias a clubes del exterior.
Tuvo fructíferos pasos por Quilmes, Los Andes, Atlético Tucumán y Tigre, entre otros equipos. Además, fue el goleador de la B Nacional en las temporadas 1995/1996 y 1998/1999. En el medio, en 1997, fue subcampeón de la Copa Libertadores con Sporting Cristal de Perú.
Con mil batallas sobre el lomo, hacia el final de su carrera tuvo un nuevo paso por Argentino de Quilmes y un último periodo en la B Nacional jugando para Defensa y Justicia. Cerró su carrera en Talleres de Remedios de Escalada en 2006. Hasta la actualidad, nadie logró hacer más goles que el Pirata en la segunda división del fútbol argentino.