En la antesala del primer duelo del grupo 4 de la Liga A de la Nations League, las jugadoras de Suecia y España se pronuncian contra el machismo en el fútbol femenino.

El encuentro llegó marcado por los acontecimientos vividos en el último mes, desde que España se proclamara campeona del mundo en Australia y que el ya expresidente de la Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, le diera un beso no consentido a la delantera de la Roja, Jennifer Hermoso, durante la entrega de medallas a las futbolistas. 

En la antesala del encuentro, ambas selecciones se unieron y salieron al campo exhibiendo una pancarta en español e inglés: “Se acabó. Nuestra lucha es una lucha global”. 

Además, el público sueco también jugó su partido y se expresó a favor de las jugadoras campeonas del mundo con banderas y cánticos.

En el encuentro del grupo 4, donde juegan también Italia y Suiza, las españolas se impusieron por 3 a 2 con un gol de penal convertido por Mariona Caldentey en el último minuto de juego. Magdalena Eriksson abrió el marcador para Suecia a los 23 minutos; después las visitantes lo dieron vuelta con goles de Athenea del Castillo (PT 37m) y Eva Navarro (ST 32m). Lina Hurtig empató 2-2 a siete minutos del final, pero llegó el penal de Mariona para el festejo de la "Roja".

, y las futbolistas se unieron más que antes por una Federación más justa.

Las jugadoras habían rechazado las convocatorias a su seleccionado, aunque finalmente tras varias reuniones hubo 21 jugadoras que se quedaron en la concentración para disputar este encuentro clasificatorio para los Juegos Olímpicos de París 2024, entre ellas Aitana Bonmatí -elegida MVP del Mundial y de Europa 2023- y Alexia Putellas, la máxima referente del fútbol femenino español y dos veces Balón de Oro. 

Como si se tratase de una “señal positiva”, mientras el encuentro se disputaba, la RFEF informaba oficialmente sobre la salida de un nuevo dirigente cercano a Rubiales. 

Se trata de Miguel García Caba, director de integridad y vicesecretario general del ente español. El directivo estaba señalado por las internacionales españolas como responsable del informe que exculpaba a Rubiales de su beso no consentido a Hermoso.