(De la redacción de DOBLE AMARILLA) Que el coronavirus no tape las emociones. Se cumplieron treinta años del emblemático Mundial de Italia 90, una marca imborrable para todos los argentinos que lo vivieron y sufrieron hasta el último partido.

El seleccionado argentino, defensor del título obtenido en 1986 en México, tenía que mostrar en Italia su mejor versión para revalidar el campeonato. Pero la historia marca que aquel Mundial fue un sufrimiento constante que jamás dio respiro. Desde la temprana derrota con Camerún hasta el histórico e irrepetible partido con Brasil bajo la suela de Maradona y la velocidad de Caniggia.

Pero al conjunto albiceleste también lo marcaron los penales. Para llegar a la final, tuvieron que sufrir la lucha desde los 12 pasos en cuartos de final, con Yugoslavia, y en la semifinal, contra el anfitrión Italia. Doble Amarilla dialogó en exclusiva con Sergio Goycochea, partícipe necesario de esta historia para que la Selección Argentina haya disputado una nueva final.

“Cuando tenes buenas actuaciones en el Mundial te van dando seguridad, porque es todo muy dinámico. Nosotros teníamos varios objetivos y nuestra intención era poder llegar a la final. Son 30 días donde jugas siete partidos y ya no importa nada. Con Brasil jugas diez veces y perdes nueve, y sin embargo en Italia le ganamos”, le expresó Goycochea a Doble Amarilla.

Goyco tuvo un amplio recorrido por el fútbol argentino y jugó en River, Racing, Vélez, Newell’s, Defensores Unidos y Deportivo Mandiyú. También jugó en el Millonarios de Colombia, en Cerro Porteño y Olimpia de Paraguay, en el Stade Brestois de Francia y en el Inter de Brasil.

Sin embargo su carrera tuvo un giro histórico tras su participación en Italia 90. Participación que le dio una fama y un gran reconocimiento del pueblo argentino por sus actuaciones heroicas frente a Yoguslavia e Italia. Sobre esto, expresó: “Cuando vos entras a un lugar y hay un porcentaje mayor de gente que te conoce… ya perdés la privacidad. Entonces a la media hora si ya arrancaste con un 50 y 50, ya al rato estás en un 80 a 20. No es fácil ser famoso, pero tampoco creo que me gustaría dejar de serlo luego de 30 años”.

Sobre la preparación personal para el Mundial, explicó: “Hay una mochila invisible que es lo que te inculcaron tus padres para ver cómo reaccionar en la vida. Uno entra a tomar todas estas herramientas y las va realizando sobre la marcha. Uno se prepara para ser jugador pero también las cosas te pasan en un contexto”. Y dijo sobre el inicio del campeonato: “Uno no decía de soberbio que era obligatorio ganarle a Camerún. Hay que remontarse tiempo atrás para entender la situación. No pensábamos en ganarle caminando, pero si lograrlo. El primer partido te marca el destino del mundial”.

Sin embargo el partido más remoto se dio en octavos de final ante un poderoso Brasil que generaba miedo en todas las elecciones. Goyco fue protagonista de esa hazaña y contó: “El fútbol tiene estas cosas que hay un montón de situaciones que no refleja el resultado con lo que pasó en el partido. El ejemplo más claro es con Brasil. Capaz que si el partido era ida y vuelta no teníamos chance. Es un partido que jamás volverá a repetirse y por suerte la suerte estuvo con nosotros”.

Por último, explicó lo que significan los penales y los grados de responsabilidad que se reparten entre arquero y jugador: “Los arqueros cuentan con la presión del ejecutante. Cuando el jugador está concentrado y sin dudas es muy difícil que nosotros atajemos. Hay muy pocos metros cuadrados en el punto de contacto donde nosotros tenemos chances de atajar un penal”.

Y también habló de la Selección de Alemania: “Si vos llegas a jugar una final del Mundo con Giusti, Olarticoechea y Caniggia afuera; sumado a que Burruchaga y Maradona estaban al 50%... es mucha ventaja. Así y todo Alemania nos respetó mucho y no nos pasó por encima. Ellos tenían la experiencia de México y nos trataron con mucho respeto”.

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Sergio Goycochea ★ Argentina